Luego de haber tenido en agosto pasado el mejor mes desde que se tiene registro estadístico y haber batido el récord de la mayor cantidad de pasajeros transportados en un día hábil el 9 de agosto, 2018 en su conjunto marcó un año récord para la red.
En efecto, 2018 fue el año en el que el Subte movilizó a la mayor cantidad de pasajeros, por lo menos en los últimos 25 años, con un total de 338.903.268 pasajeros pagos transportados. Con esa cifra, superó holgadamente los récords de 2017 (poco más de 319 millones) y de 2011 (310 millones), que eran los mejores registros hasta la fecha.
Las cifras confirman la tendencia del Subte a la recuperación de los pasajeros perdidos luego de los tarifazos que elevaron el precio del boleto de Subte por encima del colectivo y el declive de las condiciones de servicio durante el largo conflicto por el traspaso. Ambos factores habían ocasionado una sangría de pasajeros que se extendió por varios años. De hecho, el Subte no volvió a superar la marca de los 300 millones de pasajeros pagos transportados sino hasta 2016, cuando se recuperó la tendencia alcista.
Si bien la cantidad de pasajeros aumentó en todas las líneas, el crecimiento de la demanda estuvo jalonado en gran medida por la línea H (casi un 24% de incremento) y la línea C (+15,2%). El cuadro se completa con la línea B (+4,2%), las líneas A y E (+2,8%) y la línea D, que apenas creció un 1%.
El aumento de la demanda de la línea H ya constituye un fenómeno en sí mismo. La línea más joven de la red ya había superado en 2017 a la línea E en pasajeros pagos transportados, abandonando su lugar como la menos utilizada de la red, que ocupaba desde su inauguración. El crecimiento de 2018 se explica por la apertura de la estación Facultad de Derecho y por la consolidación de sus extensiones más recientes. Gracias a esto, la línea sumó unos seis millones de pasajeros anuales en comparación a 2017.
El caso de la línea C, que no se extendió ni mejoró sustancialmente su oferta de transporte (la puesta en marcha de los trenes CNR, por ejemplo, viene demorada), se explica principalmente por la terminación de la electrificación del Ferrocarril Roca, cuyos pasajeros descargan en la estación Constitución, y la mejora general de sus prestaciones, lo que indujo un aumento de la demanda ferroviaria en la zona sur. En efecto, 2018 fue el primer año completo en que estuvieron en operación los ramales electrificados completos a Bosques (vía Temperley) y La Plata, inaugurados en octubre de 2017. La línea C sumó unos siete millones de pasajeros en comparación a 2017.
La demanda de las líneas H y C podría seguir creciendo en el futuro cercano gracias al ferrocarril. La demorada extensión de la línea H hasta Sáenz le proporcionaría una conexión directa a la línea Belgrano Sur, hoy en proceso de elevación para cruzar la avenida Sáenz. En una segunda etapa -hoy también demorada- esa línea ferroviaria llegaría a Plaza Constitución, aumentando la presión de la demanda sobre la línea C.
No es casual tampoco que estas dos líneas hayan sido las primeras que Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) decidió automatizar mediante la implementación de señalamiento CBTC. Este sistema provisto por Siemens, que ha dado resultados más que positivos en la línea H y que está en proceso de instalación en la línea C, permitirá menores tiempos de espera y menores tasas de incidencias. En cuanto al material rodante, la flota de la línea H ha sido íntegramente modernizada, mientras que en la línea C se aspira en primera instancia a reemplazar a los Nagoya por los CNR, mientras que el proyecto a mediano plazo es el recambio integral de todos los trenes por formaciones cero kilómetro.
