En las últimas semanas se sucedieron especulaciones sobre la persona que estaría a cargo del área de Transporte en el próximo gobierno. Sonó primero con fuerza el nombre de Florencio Randazzo, pero al momento de negociar la integración del gabinete se mencionó al senador cordobés Carlos Caserio y a Raúl Pérez, veterano operador legislativo. Entre tanto, desde la CGT se impulsó –una vez más– la figura de Guillermo López del Punta, un técnico vinculado al autotransporte.
Finalmente, según trascendió en las próximas horas, el elegido sería el ex intendente de Junín Mario Meoni (2003-2015), de origen radical y presente massista. Si bien Sergio Massa declaró a periodistas acreditados en el Congreso que a Meoni “ya le pueden decir Ministro”, según pudo saber este medio queda todavía terminar de definir si Transporte será una repartición autónoma o estará bajo el eje del Ministerio de Obras Públicas, que comandaría el actual intendente de San Martín Gabriel Katopodis. La definición se sabrá a las 18, cuando el presidente electo Alberto Fernández anuncie la composición de su gabinete.
Meoni no tiene antecedentes en el sector del transporte pero, a diferencia de Caserio y Pérez, proviene de una ciudad netamente ferroviaria del interior bonaerense. Junín supo tener servicios diarios de Ferrobaires, a los que se sumó en la época de Florencio Randazzo un servicio semanal prestado por Ferrocarriles Argentinos que se extendía a Rufino. Actualmente hay sólo un tren semanal que llega hasta Junín. La ciudad fue sede además de importantes talleres del Ferrocarril General San Martín, que desde la privatización de Carlos Menem forman la Cooperativa de Trabajo Talleres Junín (COOTTAJ), hoy asfixiada por la falta de trabajo.
No se conocen todavía definiciones de Meoni en materia ferroviaria, aunque sí el pensamiento del Frente Renovador al respecto. Durante la campaña electoral de 2013, después de romper con el gobierno de Cristina Kirchner, Sergio Massa fue terminante: “Los trenes los tiene que manejar el Estado y deben ser gestionados con eficiencia para que la gente viaje mejor”. Tiempo después, la gestión de Florencio Randazzo llevaría adelante la reestatización de cinco de las siete líneas metropolitanas del Gran Buenos Aires e impulsaría la sanción de la ley de Ferrocarriles Argentinos, que contó con los votos del massismo. La implementación efectiva de esa ley, que actualmente languidece, es necesaria para cumplir con la promesa de Alberto Fernández de acceso abierto a la red ferroviaria.
Por lo demás, Gabriel Katopodis –de confirmarse el pase de Transporte a la órbita de Obras Públicas– es un conocido defensor de la eficiencia estatal y próximo al ex ministro Randazzo, quien además conoce a Meoni desde hace 20 años y compartió un acto con él en la campaña electoral. Es que Junín, como Chivilcoy, pertenece a la cuarta sección electoral de la Provincia de Buenos Aires. Por su parte Katopodis, a diferencia de Meoni, es intendente de un municipio del Gran Buenos Aires por el que transcurren la línea Urquiza y el ramal a José León Suárez de la línea Mitre, además de las vías de la línea Belgrano Norte –sin estaciones en el distrito–.
La resolución del futuro de la operación de las líneas Urquiza y Belgrano Norte, es una de las primeras decisiones que deberán tomar las nuevas autoridades: el gobierno saliente deja en marcha una licitación cuestionada y que contradice la ley de Ferrocarriles Argentinos sancionada en 2015. Pero esa y otras definiciones urgentes deberán también esperar a la confirmación de las segundas líneas que se harán cargo de las reparticiones del área y de las empresas ferroviarias estatales, con Ferrocarriles Argentinos a la cabeza. Esos cargos, donde se prevé influencia de los cuadros de la época de Florencio Randazzo, terminarán de conocerse en la próxima semana.
