El tren ligero de México ya cuenta con tres unidades cero kilómetro en funcionamiento. La primera se había incorporado a principios de año, mientras que las dos unidades restantes comenzaron a circular recientemente en esa línea tranviaria, que discurre entre Tasqueña y Xochimilco.
Se trata de unidades fabricadas por CRRC Zhuzhou, que fueron adjudicadas en 2022 y presentadas el año pasado.
Si bien el proyecto original contemplaba la compra de seis trenes, la propuesta presentada por CRRC fue tan económica que permitió comprar tres formaciones más, completando un total de nueve.
Cabe recordar que la compra fue encarada por el ente estatal Servicio de Transportes Eléctricos de la Ciudad de México (STE-CDMX), que además del tren ligero administra los trolebuses y el Cablebús. El Metro también es administrado por un organismo estatal, el Sistema de Transporte Colectivo (STC).
CRRC presenta los nuevos trenes ligeros para la Ciudad de México
Entre 2019 y 2021 el tren ligero recibió importantes inversiones, no solo en material rodante sino también en infraestructura: las tareas comprendieron principalmente el recambio de vías, que contaban con mucha antigüedad y no permitían la circulación a gran velocidad.
CRRC cuenta con gran presencia en México. La firma china viene incrementando notoriamente su participación en el sector ferroviario del país norteamericano: fabricó los nuevos trenes para la línea 1 del Metro de la Ciudad de México, a la par que se encuentra trabajando en la construcción de nuevas formaciones para la línea 4 del Tren Ligero de Guadalajara y para las líneas 4 y 6 del Metro de Monterrey. Para esta última ciudad, en 2020 ya había entregado 26 unidades de tipo tren ligero para las líneas 1, 2 y 3.
México continua apostando a la expansión de su ferrocarril, política impulsada por el actual presidente Andrés Manuel López Obrador y que continuará durante el mandato de la presidenta electa Claudia Sheinmbaum, quien prevé grandes inversiones ferroviarias dentro de su plan de gobierno, próximo a iniciarse.
México continúa apostando a la expansión de su sistema ferroviario
La situación ofrece un contraste con Argentina donde la extensión del Subte porteño se encuentra completamente paralizada y la construcción de redes en otras ciudades, con la honrosa excepción de Mendoza, parece ser una quimera.
En los ferrocarriles, donde tiempo atrás podía advertirse un panorama moderadamente alentador, las cosas no parecen mejores: el actual gobierno insiste con la privatización del sistema mientras que se abandonan a medio terminar las obras que estaban en ejecución, incluyendo trabajos urgentes y proyectos con financiamiento internacional confirmado. El sistema ferroviario sólo aparece concebido como un costo fiscal a ser eliminado, sin ninguna consideración sobre su aporte a la movilidad metropolitana, a la logística o al desarrollo territorial.
