La estación Rosario Sur, utilizada por los servicios de larga distancia de la línea Mitre, se encuentra en un estado de deterioro que se profundiza con el correr de los meses. Los trabajos de puesta en valor se encuentran frenados y el servicio expreso entre Rosario y Retiro, que se detenía en esta parada, fue suspendido, lo que implica una reducción de la ya escasa oferta de trenes que ofrece esta estación.
Cabe recordar que durante el año pasado se lograron poner en valor las escaleras mecánicas que no funcionaban desde hacía varios años, lo que permitió habilitar el primer piso como espacio de espera antes del arribo de las formaciones. Además, los baños de ese sector también fueron abiertos nuevamente al público.
Sin embargo, según pudo saber este medio, los expedientes para avanzar con las demás tareas previstas, como la construcción de refugios e instalación de mobiliario en el andén descendente, se encuentran frenados desde hace meses en Trenes Argentinos. La confitería del primer piso, prevista como lugar de espera para los pasajeros, continúa abandonada: el lugar es usado como dependencia policial.
Recientemente, el concejal Lisandro Cavatorta (UxP), quien impulsó gestiones desde el Concejo Deliberante de Rosario para poner en valor la estación y mejorar el vínculo con el transporte público local, denunció que en Nación no hay interlocutores para avanzar con los expedientes.
La estación más nueva y más deteriorada
La estación Rosario Sur fue habilitada en 2015, en el marco de la reanudación del servicio de larga distancia de Trenes Argentinos entre Rosario y Retiro, a partir de la completa reconstrucción del antiguo apeadero Groenewold. En el mes de abril, cuando corrió el primer tren, se realizó una habilitación parcial del edificio y a mediados de año se inauguró definitivamente luego de terminarse la obra.
La construcción fue ejecutada por el municipio de Rosario –que eligió el emplazamiento– y financiada mayoritariamente por el gobierno nacional. La ubicación elegida se encuentra a una distancia considerable de las áreas céntricas de Rosario, por lo que fue necesario implementar un servicio diferencial para conectar con las zonas más densas.
Además de la nueva estación, el corredor recibió inversiones de magnitud como la renovación total de la doble vía entre Rosario y Buenos Aires, sumado a la incorporación de material rodante 0 km.
Con el cambio de gobierno en 2015, si bien se avanzó en algunas cuestiones como la extensión prevista a Rosario Norte, la construcción del andén descendente o la habilitación de la estación para la detención de los servicios a Córdoba y Tucumán, quedaron muchos trabajos pendientes, destacándose la habilitación de la confitería en el primer piso, la construcción de refugios en el nuevo andén, entre otros.
Además, durante la gestión de Guillermo Dietrich se dejó de lado el proyecto original para el corredor, que consistía en seis frecuencias diarias por sentido y una disminución sensible del tiempo de viaje conforme se finalizaran los trabajos en vía y la instalación de barreras automáticas. La oferta nunca se amplió y la disminución del tiempo de viaje no fue muy ambiciosa.
Durante la gestión de Alberto Fernández, a pesar de concretarse el muy demorado traspaso al Estado de las vías entre Zárate y Rosario –seguía en manos de la concesionaria NCA–, el corredor no sólo no tuvo mejoras significativas, sino que en total los tiempos de viaje empeoraron. Durante el año 2022 se implementó un servicio expreso entre Rosario y Retiro, que incluyó detención en Rosario Sur, lo que permitió ampliar levemente la oferta de viajes de 22 a 24 trenes semanales en total. Sin embargo, este año ese tren fue suspendido y por el momento no tiene fecha de reanudación.
Desde la asunción del gobierno de Javier Milei se aplicó un severo ajuste que repercutió en la calidad de las prestaciones de larga distancia. Falta de provisiones en los coches comedor, carencia de insumos en los baños, deterioro general de los coches por falta de repuestos y frecuentes inconvenientes con el material tractivo se sumaron a los problemas estructurales como la carencia de formaciones, deficiencias de infraestructura y convivencia con las concesionarias cuyos contratos se encuentran vencidos.
No hay previsiones de que la situación de los trenes de larga distancia mejore en el corto plazo: el servicio a Palmira fue suspendido; el trayecto hacia Justo Daract, interrumpido tras el accidente entre dos formaciones de la Línea San Martín, no se reanudó; y el tren a Bahía Blanca, que se encontraba suspendido desde 2023 luego de un descarrilamiento, fue borrado del mapa en la página web de la operadora ferroviaria. A mediano y largo plazo, los planes de extensión de estos trenes como la recuperación del trayecto hacia Tandil fueron dejados de lado y el gobierno pretende volver a privatizar estos servicios.
