El restaurado Centro Cultural Recoleta contará, en una de sus salas, con un coche de la línea E grafiteado. Se trata de una de las áreas que estará dedicada al público joven y que se encuentra inspirada, según funcionarios del Gobierno porteño, en la “cultura hip hop”.
El coche expuesto es un CAF-GEE que fue retirado de la línea E hacia fines de 2017. En concreto, es el coche UM14, fabricado en España en 1965. La unidad fue acortada desprovista de sus bogies y componentes mecánicos, conservándose únicamente la caja y los pantógrafos. Cabe recordar que las tapas de los apagachispas de estos coches contienen asbesto, un peligroso material cancerígeno.
La muestra de un coche de Subte grafiteado como expresión de la “cultura joven” es un mensaje contradictorio. Por un lado, el Gobierno de la Ciudad combate el grafiti en la red, de manera sostenida desde la ola de vandalismo de 2012-2013, lo que resultó en vándalos detenidos, allanamientos y tareas de limpieza para reparar los daños realizados. Pero por otro lado, este tipo de exposición en un espacio oficial tiende a legitimar ese tipo de expresión que se pretende combatir.
Sin ir más lejos, el mismo coche UM14 expuesto en el Recoleta sufrió un ataque grafitero cuando estaba en servicio, en octubre de 2015, tal como informó oportunamente este medio.
Otro asunto no menor es el problema del estado de la flota de la línea E. En momentos en los que la línea experimenta graves falencias de servicio (meses atrás tuvo que acortar su recorrido durante casi una semana por falta de formaciones), no parece una decisión acertada retirarle unidades que estaban en condiciones de circulación hasta hace poco tiempo atrás para donarlos a diferentes entidades como si abundaran o sobraran. Meses atrás, cabe señalar, la dupla UM/UR10 fue donada a la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
