El Gobierno de la Ciudad anunció que estudia para 2017 el inicio de las obras de la línea F, la primera de las líneas proyectadas por la ley 670 que se materializará.
La consultora francesa Systra, propiedad de la RATP (operadora del Metro de París) y de la SNCF (operadora de los ferrocarriles franceses), estuvo a cargo de los estudios preliminares y elaboración de los pliegos, de los que se desprenden ciertas características transmitidas a la prensa.
CARACTERÍSTICAS DE LA LÍNEA
En primer lugar, tal como se había previsto, la línea F contará con trenes de conducción automática y señalamiento CBTC, en línea con el que la alemana Siemens proveerá para la línea C. Se estima que tendrá una frecuencia de 90 segundos en hora pico. Además las estaciones contarán con puertas de andén y los trenes serán de siete coches.
Estas características responden a que las previsiones de demanda revelan que el trazado será utilizado por cerca de medio millón de pasajeros diarios. De momento no se ha confirmado si la línea se construirá con gálibo ancho y, en caso de serlo, si el mismo será de 2,8 m (gálibo ancho Madrid) o de 3,2 m (gálibo ferroviario).
Systra parece haber seguido los lineamientos de diseño de la línea 14 del Metro de París (inaugurada en 1998), que fue pionera en combinar automatización total y estaciones con puertas de andén.
EL TRAZADO
Según se anunció la construcción del primer tramo se realizará entre Constitución y la Plaza Rodríguez Peña, en el barrio de Recoleta. En esa sección se respetaría el trazado original definido por la ley 670, bajo las avenidas Garay, Entre Ríos y su continuación Callao.
El estudio introdujo dos cambios de importancia al proyecto. En primer lugar se alterará sustancialmente la sección norte: el proyecto de Systra implica que la línea F abandone el trazado bajo Las Heras hasta Plaza Italia para continuar bajo Callao hasta Libertador y desemboque en el área de Facultad de Derecho, donde tendrá cabecera la línea H. Un punto que reaviva la polémica del proyecto “Retiro Norte”.
El segundo cambio es la continuación hacia el sur, hacia Barracas (algo previsto originalmente) y Avellaneda, cruzando bajo el Riachuelo y continuando hasta el centro de esa localidad del conurbano bonaerense bajo la avenida Mitre, algo que pocos se atreven a poner en discusión.
Los cambios, en todo caso, deberán ser aprobados por la Legislatura. El oficialismo continúa así con sus intenciones de alterar indivudualmente los trazados de las líneas definidas por los proyectos de principios de la década de 2000.
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