Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) lanzó una licitación para la construcción de un enlace operativo entre las líneas E y H, obra de gran importancia pendiente desde hace varios años.
De acuerdo a los pliegos, a los que tuvo acceso enelSubte, la obra contempla la construcción de un túnel de vía única en curva en cercanías de las estaciones Jujuy y Humberto Primo, y de una “estructura de transición a cielo abierto sobre la línea E”, que permitirá la vinculación operativa de ambas líneas.
El enlace se construirá “bajo las edificaciones existentes en la manzana comprendida por las avenidas Jujuy y San Juan y las calles Alberti y Cochabamba”, cuyos subsuelos ya habían sido expropiados hace más de una década, de cara al lanzamiento de una licitación destinada a esta misma obra, que no prosperó al ser declarada desierta en noviembre de 2014.
El plazo de obra previsto es de 18 meses corridos, durante los cuales no se prevén mayores interrupciones al servicio. No obstante, “una vez completado el sostenimiento de la bóveda en el muñón de vinculación con la línea E, se podrá prever un lapso de 2 semanas consecutivas operando la línea con servicios cortos en ambos extremos de modo tal de dejar el tramo central desenergizado” para completar los trabajos, según consta en el documento. El presupuesto oficial es de 14 mil millones de pesos y 3,5 millones de dólares.
Un importante proyecto largamente demorado
El proyecto del túnel de vía simple es estrictamente operativo para traslados de material rodante y no está previsto que sea utilizado por servicios comerciales. En los hechos, se trata de una conexión similar a la que existe entre las líneas C y D, en cercanías de las estaciones Diagonal Norte y Nueve de Julio.
La construcción del enlace estaba contemplada en el proyecto original de la línea H: en el túnel puede observarse el “muñón” desde donde arrancaría el pequeño túnel de servicio. En la línea E, en cambio, no hay muñón construido, por lo que se estima que en este caso las obras requerirán de trabajos más importantes.
La obra apunta a romper el aislamiento físico de la línea H con respecto al resto de la red y facilitar el intercambio y traslado de trenes entre líneas y talleres.
Cabe notar que, hasta ahora, los únicos puntos de contacto de la red con el exterior son las rampas de Primera Junta (que permite conectar con el Taller Polvorín) y Lacarra (Taller Lacarra, inaugurado en 2019), además de Lacroze, que es exclusiva para la línea B, separada físicamente del resto. Desde los dos primeros puntos, y mediante túneles de servicio, es posible conectar con las trazas de las líneas A, C, D y E.
La línea H, hasta tanto no se construya el enlace, permanece aislada del resto: hasta la actualidad, la única forma de introducir o retirar trenes desde allí es levantando el techo del taller Colonia y elevando individualmente los coches con grúas, en una maniobra compleja y costosa. A su vez, debido a este aislamiento, los talleres de la línea H no pueden atender a trenes de otras líneas, a diferencia de lo que ocurre con otros.
Vale notar que el Subte también cuenta con instalaciones que no están vinculadas físicamente a la red, como es el caso de los depósitos Mariano Acosta, Solís, o Alberti o de otros recintos que no son propiedad del Subte sino que se alquilan.
Realizarán obras de mejoramiento en el depósito Mariano Acosta
