Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) lanzó una licitación para la terminación de las obras pendientes de la tercera etapa del Nodo Obelisco.
Si bien las obras de esta etapa habían comenzado en febrero y se encontraban en ejecución hasta hace pocos meses, la empresa estatal porteña decidió rescindir el contrato de la constructora Zonis -que tenía a su caro los trabajos- y relicitar toda la parte faltante.
Los trabajos a ejecutar comprenden la construcción de un pasillo peatonal de combinación independiente entre las líneas B y C (eliminando el paso por el andén de la estación Nueve de Julio de la línea D), la incorporación de ascensores en la estación Nueve de Julio, la ampliación de andenes de esta última estación y de Diagonal Norte, entre otras obras complementarias.
Tal como explicó enelSubte, el Nodo Obelisco es una de las pocas obras de Subte que se encuentran contempladas en el Presupuesto porteño para 2022. La norma no tiene previstas partidas para construir nuevas estaciones ni extender la red de subterráneos, ya que la estación Sáenz de la línea H y la línea F han sido aplazadas sin fecha alguna.
Cabe recordar que la combinación del Nodo Obelisco, donde convergen las líneas B, C y D, es considerada “el punto más crítico de la red”. Antes de la pandemia circulaban por allí unos 300 mil pasajeros diarios. Las primeras dos etapas del Nodo ya se encuentran habilitadas.
En agosto de 2019 se habilitó el nuevo acceso “Central Obelisco” de la calle Sarmiento al 800 (que sustituye las bocas anuladas de Nueve de Julio y otras de la estación Diagonal Norte): esta primera etapa comprendía un nuevo acceso con ascensores, escaleras mecánicas y pedestres, un nuevo vestíbulo con boletería y un pasillo peatonal entre el andén de la estación Nueve de Julio (sentido a Catedral) de la línea D y el andén de Diagonal Norte de la línea C (sentido a Constitución).
En febrero de 2020 se habilitó la segunda etapa, consistente en la conexión del nuevo vestíbulo y acceso con el andén sentido a Retiro de la estación Diagonal Norte. Luego los trabajos sufrieron un freno por la pandemia, pero fueron retomados hacia mediados de 2020.
La reforma de la triple combinación había sido planteada por primera vez en 2012. Pero ese proyecto, pese a que tenía financiamiento autorizado por la Legislatura, fue dejado de lado ante la construcción del Metrobús Nueve de Julio. Tal como explicó entonces enelSubte, tras una profunda reformulación, el proyecto fue relanzado en 2016 y relicitado en 2017, comenzando los trabajos hacia fines de ese año. Las obras son parcialmente financiadas con un crédito del Banco Europeo de Inversiones, que también aporta fondos para la modernización del señalamiento de la línea D.