Tal como anticipó enelSubte.com hace un mes, la permanencia del ingeniero Jorge Irigoin como titular de Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE) estaba en la cuerda floja. Aunque adujo los clásicos “motivos personales”, la salida de Irigoin está relacionada con su enfrentamiento con el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chaín. Viejo conocido de Macri –trabajó en varias de sus empresas–, el ímpetu que buscó darle a su gestión se vio frenado por la escasez de fondos y los cada vez menos ambiciosos anuncios oficiales sobre el Subte.
Su pésima relación personal con Chaín se sumó a los anuncios del ministro sobre reducción del presupuesto asignado a Subterráneos de Buenos Aires, reduciéndolo de los $447 millones aprobados por la Legislatura a un monto cuatro veces menor obligatorio por ley. El recorte no pudo sino llevar a una paralización de las obras, en marcado contraste con aquellos 10 kilómetros por año. Otra versión indica que también pesaría en su alejamiento alguna relación con la causa por las coimas pagadas por la empresa Siemens, con la que estuvo largo tiempo relacionado en la Argentina y en el exterior.
Para reemplazarlo se barajó primero el nombre de Pedro Antonio Vallejo, quien llegó al directorio de SBASE con el gobierno de Macri y cuenta con experiencia en el sector privado ferroviario. Esta hubiera sido una salida ordenada, pues Irigoin hubiera sido sucedido por quien hasta ahora figuraba como vicepresidente. Sin embargo, quien tomaría la posta en la empresa encargada de ampliar la red de subterráneos es Luis Jahn, un asesor cercano del ministro de Desarrollo Urbano. Según cita La Política Online, “fue una decisión política de Mauricio”.
