En los próximos días, comenzará la discusión salarial en las paritarias del Transporte. A diferencia de años anteriores, se procederá a firmar un acuerdo salarial que abarque a todo el sector en lugar de firmar uno por gremio. Así, la UTA (Unión Tranviarios Automotor; representantes del Subte y colectivos), la Unión Ferroviaria, La Fraternidad y Señaleros reclamarán a los empresarios del sector un aumento salarial del 25%. Como cada año, el Gobierno se enfrentará a las demandas de los concesionarios para aumentar las tarifas o bien los subsidios para poder afrontar la suba de salarios.
De acuerdo con cálculos oficiales y privados, este año se necesitaría un aumento del 20 al 25% en las tarifas para poder pagar la recomposición salarial. Sin embargo, ante la aceleración de la inflación que se registra desde fines del año pasado, el Gobierno optaría por un aumento en los subsidios para mantener las tarifas congeladas y evitar el lógico malhumor social. En la secretaría de Transporte y entre los empresarios se estima que se necesitarán 85 millones de pesos adicionales por mes para poder cubrir un incremento salarial del 25%. De esa suma, los colectivos recibirían 70 millones, mientras que a los subtes y los trenes les darían los restantes 15 millones.
Actualmente, las empresas de colectivos y las concesionarias de los trenes y subtes cobran un promedio de $ 430 millones mensuales en concepto de subsidios operativos. Cuando se concrete el nuevo acuerdo salarial, la factura mensual de subsidios tarifarios de la región metropolitana se elevará a $ 515 millones. Si además se suman los aportes que el Gobierno nacional realiza a las líneas del Interior y para mantener un precio diferencial para el gasoil que usan colectivos y ferrocarriles, los subsidios al sector alcanzan los 850 millones de pesos mensuales.
