El Gobierno presentará este martes el proyecto de la Red Expresa Regional (RER) con una ruidosa conferencia frente a inversores en el Centro Cultural Kirchner (CCK).
El evento contará con la presencia como oradores del Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, del ministro de Finanzas, Luis Caputo, del secretario de Planificación del Transporte, Germán Bussi, de la secretaria de Obras de Transporte, Manuela López Menéndez, y del subsecretario de Participación Público Privada, José Luis Morea. El cierre estará a cargo del vicejefe de Gabinete, Gustavo Lopetegui.
El punto central de este relanzamiento es que el RER ha sido reformulado para ser ejecutado bajo la modalidad de asociación público privada (PPP, por sus siglas en inglés), que el Ministerio de Transporte ya exploró para el ferrocarril a Vaca Muerta.
Bajo este esquema, se delegaría en un contratista no sólo la ejecución del proyecto sino también la búsqueda del financiamiento necesario para construirlo y el Estado se limitaría a reembolsar los gastos. El PPP permitiría, en teoría, sortear el escollo que supone conseguir créditos a tasas razonables para un proyecto de esta magnitud, que según los cálculos más recientes difundidos por el ministerio tendría un costo estimado de más de 3000 millones de dólares, un monto similar a lo que cuesta el soterramiento del Sarmiento.
Otra de las modificaciones que se introdujeron en el nuevo proyecto es que se comenzará por la estación central Obelisco (el año pasado se había hecho una ronda de consultas públicas al respecto) y no por la punta sur, como originalmente estaba previsto.
La licitación de la estación Constitución subterránea había sido anunciada para 2016, pero luego fue demorada y finalmente suspendida el mes pasado so pretexto de “redefinir el proyecto integral y establecer cómo se financiará”. La Legislatura Porteña, de hecho, había autorizado el traslado de una playa de colectivos para permitir la instalación del obrador en noviembre pasado.
La versión actual del proyecto de la RER fue presentada en mayo de 2015 y sufrió varias modificaciones con el paso de los años. La iniciativa, si bien cuenta con un consenso académico bastante amplio, tiene aspectos cuestionados por algunos especialistas y sigue presentando puntos oscuros en su formulación actual. Entre los más destacables, una infraestructura calculada de manera bastante conservadora: túneles únicamente de vía doble y estaciones (cuyo tráfico puede preverse importante) con apenas un único andén central. Ambas cuestiones podrían convertirse en serias limitaciones de infraestructura (“cuellos de botella”) de cara al futuro. Otro de los puntos opacos es la escasa conectividad con el Subte y que los servicios provenientes de la línea Roca nunca podrían pasar por la estación Retiro.