El diseño que tendrán los nuevos trenes de la línea Piccadilly del Underground de Londres fue presentado por las autoridades de Transport for London (TfL) y por la empresa Siemens Mobility, que estará encargada de su fabricación.
Con una inversión total de 1500 millones de libras (2076 millones de dólares), las 94 nuevas formaciones “Inspiro London” -de nueve coches cada una- ingresarán de manera gradual entre 2025 y 2027 al servicio de la línea Piccadilly, que conecta la estación Cockfosters -al noreste de la capital británica- con Uxbridge al noroeste y el aeropuerto internacional de Heathrow al sudoeste pasando por el centro de Londres.
Después de los de la línea Bakerloo, los trenes en funcionamiento en la Piccadilly son los más antiguos del Underground: fueron fabricados por la extinta empresa Metro-Cammell y puestos en servicio a partir de 1973. Debido a su edad y al intenso uso al que fueron sometidos, presentan una tasa de fallas cada vez más alta que provoca demoras en la que es una de las trazas más utilizadas de la red.
La elevada cantidad de pasajeros que viajan en la línea Piccadilly fue un factor clave en el diseño de la nueva flota, que tendrá una disposición de asientos que permitirá incrementar en un 10 por ciento la cantidad de personas a bordo. De acuerdo con los cálculos efectuados por TfL, cuando haya finalizado el recambio de flota se podrá incrementar la frecuencia de los actuales 24 trenes por hora a un promedio de 27 en horas pico -aproximadamente un tren cada 135 segundos-, lo que implicará un aumento de capacidad en torno al 23 por ciento.
Si bien las formaciones mantendrán la tradicional forma cilíndrica, necesaria para poder circular por los centenarios túneles de las líneas deep-level como la Piccadilly, introducirán una serie de novedades que sólo se habían visto hasta ahora en los trenes S7 y S8 que circulan por las líneas sub-surface (District, Metropolitan, Circle y Hammersmith & City) Así, tendrán una carrocería de menor peso que la de los actuales coches, consumirán un 20 por ciento menos de energía y estarán equipados con fuelles que permitirán recorrer el tren por su interior de punta a punta. También contarán con otras tecnologías como freno regenerativo y serán aptos para ser operados de manera automática.
Además, serán los primeros trenes de su tipo en incorporar una mejora largamente esperada por los usuarios habituales del sistema deep-level: aire acondicionado. Este detalle de confort, cuyo uso se extiende cada vez más en las diferentes redes de metro del mundo, parecía imposible de colocar en coches para el sistema deep-level del Underground debido a que el gálibo de los túneles impedía poner los condensadores sobre el techo como es lo habitual. En cambio, Siemens desarrolló la manera de instalarlos bajo el piso de los trenes y, asi, salvar este importante obstáculo.
Gracias al convenio de fabricación rubricado entre TfL y Siemens Mobility, la mitad de los trenes será fabricada en la planta que la compañía alemana posee en la localidad de Goole, al este de Yorkshire en el norte de Inglaterra. Esto permitirá generar 700 puestos de trabajo en la etapa de ingeniería y diseño, 250 en la producción y 1700 a lo largo de la cadena de elaboración.
Desde TfL también manifestaron que se encuentran a la espera de financiamiento adicional de parte del Gobierno nacional para poder renovar la flota de otras líneas del sistema deep-level como la Central -la más usada de la red-, Bakerloo y Waterloo & City.
