A pesar de haber empapelado la Ciudad con imágenes de inteligencia artificial que invitan a “subirse” a la línea F, iniciativa justificada por el anuncio en febrero pasado de una inminente licitación para la primera etapa de obras, el Gobierno de la Ciudad admitió ahora que no están listos los documentos que servirán de base para licitar el proyecto.
Tras haber afirmado primero que la obra se licitaría en junio y luego en diciembre próximo, el GCBA sorprendió este martes con el lanzamiento de un llamado a licitación para la contratación del “servicio técnico de consultoría integral para el proyecto de arquitectura e ingeniería” del primer tramo de la línea F. La publicación en el Boletín Oficial, que reconoce que el anuncio fue realizado sin proyecto previo, va a contramano de una campaña electoral orquestada alrededor del anuncio de una línea F que hasta los carteles informativos del estado del servicio presentan casi como una realidad.
El contratista tendrá a su cargo “la elaboración del proyecto licitatorio y pliegos técnicos de la futura obra de construcción de la línea” en un plazo de 180 días desde la firma del contrato, según consta en documentos publicados en el Boletín Oficial de la Ciudad.
Es decir que, a la fecha, el gobierno porteño no cuenta todavía con los pliegos necesarios para licitar la construcción de una línea que viene publicitando desde hace más de dos meses como si se tratara de un hecho consumado y que funcionarios porteños se empecinan en defender como “una realidad”.
En lo concreto, esto implica que el proyecto de la línea no ha tenido avances significativos en los tres años transcurridos desde la cancelación de la anterior licitación de los estudios, lanzada en 2019 y postergada 14 veces hasta que fue dada de baja en mayo de 2022.
Ante la falta de la documentación que servirá para licitar la obra, los plazos oficiales anunciados –tanto el del mes próximo inicialmente indicado por Jorge Macri como el de diciembre al que refirió el presidente de Subterráneos de Buenos Aires, Javier Ibáñez, la semana pasada– se complican gravemente. De hecho, tal como explicó enelSubte, recién a mediados de junio terminarán de recibirse las manifestaciones de las empresas potencialmente interesadas en participar de la obra, que servirían para “nutrir y mejorar el proyecto”.
Fuentes consultadas por este medio con experiencia en obra pública coincidieron en señalar que teniendo en cuenta los tiempos que tomará la licitación de los estudios de consultoría y su posterior elaboración, sumados a los análisis de impacto ambiental y posteriores audiencias públicas, más los trámites de licitación de la línea en sí, el inicio de obra de la primera etapa de la línea F podría demorar hasta tres años, siempre que no medien contratiempos.
La Ciudad sondea a empresas interesadas en la obra de la futura línea F
Párrafo aparte merece la cuestión de que la licitación fue lanzada en forma directa por el Ministerio de Infraestructura de la Ciudad, sin mención ni participación directa por parte de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), que en teoría es quien lleva adelante el proyecto y quien –supuestamente, según informaba el propio GCBA– estaba desarrollando “con equipos propios” los citados estudios. De hecho, esa fue la justificación oficial para dar de baja la anterior licitación de estudios técnicos en mayo de 2022.
Según pudo reconstruir este medio, el anuncio tomó por sorpresa a la empresa estatal, cuyo presidente habló el pasado viernes en la “Conferencia de la Movilidad” en términos muy enfáticos acerca de la solidez del proyecto en el que estaban trabajando los técnicos de SBASE (ver detalle debajo) e incluso llegó a vaticinar que la licitación estaría lista para fin de año.
“La línea F es una realidad, no es una utopía. Venimos trabajando hace más de dos años para tener hoy las condiciones para anunciar esta línea. Hay un grupo de expertos, de los mejores ingenieros y expertos en el tema que están en SBASE trabajando todos los días con su capacidad técnica para tener el proyecto en condiciones para que a fin de año podamos tener la licitación de la línea F”, había dicho Ibáñez.
Ante la consulta de este medio, voceros de Subterráneos de Buenos Aires se limitaron a asegurar que los estudios licitados por Infraestructura son “adicionales para enriquecer el proyecto de arquitectura de SBASE”. La afirmación es contradictoria con los propios pliegos publicados por el Ministerio de Infraestructura, que prevén la tercerización integral de los estudios técnicos, en ningún caso mencionan siquiera a SBASE y menos al presunto proyecto desarrollado in house por la empresa estatal.
La descoordinación y las disputas entre ambas entidades no son nuevas –por caso, el “data room” ya había sido convocado por el Ministerio y no por SBASE–, pero no hacen más que sumar más dudas al proyecto, sobre el que pesa la sospecha de un uso electoralista y sobre el que aún restan definir numerosos detalles, lo que ya motivó la presentación de un pedido de informes en la Legislatura con un inédito apoyo transversal de casi todos los bloques opositores.
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SBASE reveló nuevos detalles acerca del proyecto de la línea
Más allá lo anunciado en febrero pasado, el proyecto de la línea F se ha mantenido en un notable hermetismo, sin que se brindaran mayores precisiones sobre algunos aspectos nodales para la operatividad de la línea, tal como advirtió enelSubte en ediciones anteriores.
El pasado viernes, en la citada “Conferencia de la Movilidad”, el presidente de SBASE, Javier Ibáñez, brindó algunos detalles adicionales que no se habían dado a conocer hasta ahora. Si bien Ibáñez sostuvo que la licitación de la primera etapa podría concretarse antes de fin de año –posibilidad que se complica por lo descrito anteriormente–, afirmó que las obras del primer tramo podrían estar listas para el año 2033, dos años después que lo que había asegurado el Jefe de Gobierno en febrero pasado.
En cuanto a las etapas del proyecto, el titular de SBASE sostuvo lo informado hasta ahora: el tramo A comprendería el sector Brandsen – Tucumán, mientras que el tramo B abarcaría el sector desde allí hasta Plaza Italia.
No obstante, se mencionaron dos posibles extensiones a futuro: un tramo A0 (California – Barracas), para el que se mencionó un posible viaducto atendiendo a las características del suelo de la zona, cercana al Riachuelo, que torna desaconsejable la construcción de túneles, y una posible ampliación entre Plaza Italia y Palermo con el objetivo de alcanzar la estación homónima de la línea San Martín, tal como se había previsto en el proyecto de 2018.
A su vez, se explicó que dentro del tramo A se construirían dos talleres: uno de averías ligeras en subterráneo –en la zona de Constitución– y otro de averías generales en superficie, cuya ubicación no fue precisada, con cochera para 16 formaciones.
La estación Constitución F, a su vez, sería construida bajo la calle General Hornos, ubicada en forma paralela a la estación del Ferrocarril Roca. La conexión ferroviaria fue particularmente destacada por Ibáñez, especialmente a raíz de la futura extensión de la línea Belgrano Sur hacia esa estación. Las obras, aunque con alto grado de avance, se encuentran paralizadas desde hace más de un año por el freno a la obra pública decidido por el gobierno nacional. De acuerdo con el funcionario, la futura línea permitiría dividir el flujo de pasajeros entre quienes se dirigen al centro (que optarían por la línea C) y hacia el oeste (que optarían por la F), aliviando la sobrecarga que afecta en ciertas franjas horarias a la línea C.
En relación al tramo B entre Tucumán y Plaza Italia, no se brindaron mayores precisiones –quedaría para una segunda etapa–, aunque se explicó que en este sector se construiría una cochera de menores dimensiones, con capacidad para cuatro formaciones, cuya ubicación tampoco fue precisada.
Todas estas precisiones provenientes de SBASE podrían quedar en entredicho si la consultora a contratar para realizar los pliegos técnicos y el proyecto licitatorio considerara soluciones distintas a las previstas. Hasta el momento, la empresa estatal no ha publicado sus estudios ni se ha explicado de qué manera se integrarían con la nueva licitación.
Licitación de estudios para la F: años de idas y vueltas
La novela de los estudios ya lleva varios años: en 2014, SBASE había asignado la tarea a la consultora francesa Systra. Ese trabajo fue terminado a principios de 2016, pero luego fue desestimado por la posible colisión con las obras de la nunca iniciada Red Expresa Regional (RER) en Constitución, que tristemente se convirtió en un “proyecto tapón” frente a otras necesidades más urgentes.
Luego, en abril de 2017 el entonces ministro Moccia anunció nuevos estudios para la línea F, pero el llamado no acabaría por concretarse sino hasta mediados de 2019. La licitación fue postergada en 14 oportunidades, hasta que finalmente en 2022 el proceso fue dado de baja. En ese momento, desde SBASE argumentaron que el proyecto podía encararse con personal propio.
A finales de 2023, desde la empresa aseguraron que se encontraba “prácticamente finalizado” el “diseño conceptual” de la línea. Aunque este proceso, sumado al anuncio realizado por Macri en febrero pasado, hacía prever un avance de importancia en el proyecto, lo cierto es que la publicación de la licitación lanzada este martes echa un manto de incertidumbre sobre esta cuestión.