El pasado 5 de diciembre el secretario de Transporte saliente Ricardo Jaime –saliente entonces, pues ha sido confirmado en el cargo– autorizó, tras varios años de congelamiento, una suba en las tarifas del transporte público del Gran Buenos Aires. Los aumentos, que oscilan alrededor del 20%, fueron justificados aludiendo al incremento en los costos de operación y la posibilidad de disminuir el monto empleado en subsidios. Monto cuantioso que, aunque no se conoce su aplicación puntual, ha servido para compensar cualquier potencial pérdida y garantizar la rentabilidad de las concesionarias.
La medida generó las esperables reacciones favorables de las empresas prestatarias, que advirtieron que de todos modos seguirían requiriendo niveles similares de subsidio estatal, y la oposición de los pasajeros. Ahora, un colectivo de asociaciones de usuarios –entre ellas la Comisión por un Subte Público– junto a agrupaciones estudiantiles convocan para hoy jueves a las 18 horas en el vestíbulo principal de la estación Constitución. Se realizará una actividad en rechazo al aumento tarifario, con reparto de volantes y la intención de buscar apoyo entre los pasajeros del ferrocarril y el subterráneo.
Florencia Ríos, coordinadora del evento, se comunicó con enelSubte.com: “Lo que queremos decir es que antes de ponerse a aumentar nada, lo que hay que pensar es a dónde está yendo a parar el dinero que manejan las empresas concesionarias. Es evidente que no se destina al mantenimiento de las formaciones ni a brindar un buen servicio. Entonces cabe pensar que nuestra plata se pierde en los bolsillos de los empresarios y que el gobierno da vía libre para que esto ocurra. Vemos el aumento de tarifas como una burla”.
