El gobierno de Donald Trump planea recortar un 13% el presupuesto del Departamento de Transporte de EEUU, lo que afectaría enormemente a la empresa estatal de servicios ferroviarios de pasajeros, conocida comercialmente como Amtrak.
De aprobarse la propuesta oficial, Amtrak se quedaría sin el 100% de los fondos que el gobierno federal le transfiere para que pueda operar. De acuerdo con la Asociación Nacional de Pasajeros de Ferrocarril (NARP, por sus siglas en inglés), esto significaría una inmediata interrupción de los servicios ferroviarios de pasajeros en 220 ciudades, localizadas a lo largo de 23 estados del país.
A este profundo recorte se suma el anuncio de que se reducirán severamente los fondos destinados a los proyectos de transporte urbano masivo manejados por la Administración Federal de Transporte (FTA) y la congelación de un programa para la mejora de los servicios suburbanos de pasajeros en el Estado de California, confirmada por la secretaria de Transporte, Elaine Chao.
Cabe recordar que, durante su campaña, Trump había propuesto exactamente lo opuesto: dotar de mayor financiamiento a los proyectos para el desarrollo y mejora de la infraestructura ferroviaria. La expansión de los servicios de pasajeros había sido defendida con gran impulso por el ex vicepresidente Joe Biden, quien al abandonar su cargo decidió volver a su hogar en tren.