Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) subastó el pasado viernes un total de 35 coches Siemens reformados, cuyo remate había sido anunciado en abril pasado.
Según informó la empresa en un comunicado, los 35 coches se vendieron por un total de $27,9 millones de pesos, un promedio de 800 mil pesos por unidad, con valores que oscilaron entre los 600 mil pesos -el valor base- y el 1,1 millón.
Se trata de una recaudación notoriamente inferior a la obtenida en la última subasta -cuando se habían ofrecido 10 coches-, por los que se había recaudado un total de $21 millones, es decir, un valor promedio de 2 millones por unidad.
La empresa aseguró que lo recaudado “será invertido en diferentes proyectos de Subterráneos de Buenos Aires”. Tras la venta de estas 35 unidades, no quedó ningún Siemens reformado en poder de SBASE.
Los coches en cuestión son veteranas unidades fabricadas en las décadas de 1930 y 1940, que fueron modernizados entre fines de la década de 2000 y principios de la década de 2010 por Emepa y Alstom. Estos coches reformados fueron utilizados como una “flota comodín” a mediados de la década pasada hasta la llegada de formaciones cero kilómetro, circulando primero en la línea A (2013-2015) y luego en la línea H (2015-2016), aunque algunas de las unidades subastadas nunca llegaron a rodar.
Si bien se había evaluado su incorporación a la línea E, el proyecto fue luego dejado de lado. Desde mediados de 2016 los coches se encuentran apartados de servicio, encontrándose la mayor parte de ellos en el “Taller Magaldi”, un depósito en Barracas que SBASE le alquila al Grupo Clarín.
SBASE justificó la decisión de no volver a ponerlos en marcha y subastarlos debido a su “alta tasa de fallas”, de 27 cada 100 mil km, (aunque no aclaró si la tasa se refería a los Siemens reformados o a los sin reformar) y a que “por su antigüedad no era conveniente su adaptación a los nuevos sistemas de señalamiento”, ya que “no cumplían con las tasas de aceleración y frenado” requeridas para el servicio.
Si bien se trata de argumentos atendibles, estas mismas razones tornan cuestionable en primer término la decisión de SBASE de avanzar con la reforma de los trenes, una resolución que fue tomada en 2013, cuando los trenes ya tenían 80 años de antigüedad.
Su retiro de servicio del Subte no impidió que se analizaran otros destinos para que pudieran seguir funcionando: tal como reveló entonces enelSubte, en 2019 SBASE y la SOFSE analizaron la posibilidad de que algunos de estos trenes reformados fueran puestos en marcha en el ramal Maipú – Delta de la línea Mitre (“Tren de la Costa”), pero el proyecto fue luego descartado. Recientemente se anunció que esa línea recibirá nuevo material rodante de fabricación china.
Cabe recordar que el proyecto de reforma de los trenes Siemens data de los tiempos de Ricardo Jaime al frente de la Secretaría de Transporte de la Nación, de la que entonces dependía el Subte. Bajo la gestión nacional el proyecto avanzó a paso lento y sólo llegó a construirse una formación prototipo. En 2012, con la transferencia del Subte a la Ciudad, el contrato pasó a SBASE, que decidió continuarlo para paliar la falta de material rodante. No estaba obligada a hacerlo: al mismo tiempo, la empresa porteña decidió desechar el proyecto de reforma de los más modernos CAF-GEE, que presentaba menores niveles de avance: sus prototipos sin terminar fueron rematados en 2017.
Cabe señalar que los trenes Siemens-Schuckert-O&K fueron originalmente encargados por la Compañía Hispano Argentina de Obras Públicas y Finanzas (CHADOPyF) en los años 30. La mayoría de las unidades fueron fabricadas en Alemania en las décadas del 30 y el 40, aunque algunas pocas son de industria nacional y datan de los 50.
Los Siemens son los únicos trenes de la red que han circulado por todas las líneas de catenaria, 1500 V y gálibo tranviario -todas salvo la B-: desarrollaron la mayor parte de su carrera en las líneas C, D y E del Subte, aunque más tarde también lo hicieron en las líneas A (sólo reformados) y H (tanto en versión original como reformada).