El próximo lunes 5 de diciembre se llevará a cabo una reunión entre la Unidad Operativa de Transferencia (UOT) y los gremios ferroviarios, que se considera clave para el proceso de traspaso de Ferrobaires al Estado nacional.
Según trascendió, en la reunión se expondrán los avances de la auditoría que la UOT ha realizado en los últimos meses sobre la Unidad Ejecutora del Programa Ferroviario Provincial (UEPFP), cuya finalización estaba prevista para el mes entrante. Además, se estima, se brindarán detalles sobre un cronograma posible para la reactivación progresiva de los ramales afectados por la suspensión decidida a fines de junio pasado. Junín, Bahía Blanca y Mar del Plata son los destinos prioritarios a reactivar, lo que generó cierta incomodidad en localidades como Tandil, que desde junio no reciben ningún servicio ferroviario. En el caso de Mar del Plata y Chascomús, en tanto, la promesa es llegar a la temporada de verano con los servicios reactivados.
El secretario general de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia, adelantó que ese gremio no descarta “llevar adelante las acciones o medidas que se estime corresponda para alcanzar los objetivos propuestos” si las negociaciones no prosperan conforme a lo previsto; esto es, la continuidad de todos los servicios y la estabilidad laboral de los trabajadores de Ferrobaires.
Desde la Asociación del Personal Directivo de Ferrocarriles Argentinos (APDFA) advirtieron a su vez que “la estabilidad laboral depende de la frecuencia y cantidad de servicios” que se sostengan a futuro. Los cuatro sindicatos ferroviarios (Unión Ferroviaria, La Fraternidad, APDFA y ASFA) continúan en “Estado de Alerta y Sesión Permanente” hasta tanto se resuelva el destino final de los ferrocarriles provinciales. Además, les preocupan las recientes definiciones del gobierno en el ámbito laboral ferroviario acerca de un supuesto “sobredimensionamiento de personal” y la necesidad de reducir el gasto de las empresas ferroviarias estatales.
La transferencia de Ferrobaires a la Nación, demorada desde 2007, es una medida que fue resistida por el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y el presidente de Ferrocarriles Argentinos, Marcelo Orfila. Su resignada aceptación fue considerada una victoria de la gobernadora Vidal frente a la Nación. La intención del tándem Dietrich – Orfila era, por el contrario, avanzar en un proceso de provincialización, que sigue firme a pesar de que en Buenos Aires se esté haciendo lo contrario.
El gobierno confirmó meses atrás que no tiene interés alguno en la expansión de los servicios ferroviarios de larga distancia. Ante el Senado, el jefe de Gabinete Marcos Peña volvió a reiterar que Rosario y Mar del Plata son las únicas prioridades del momento.