Trenes Argentinos Operaciones (SOFSA) eliminó ocho servicios ferroviarios de pasajeros entre 2024 y lo que va de 2025. Todos ellos eran trenes regionales o de larga distancia que circulaban por fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires.
En lo que va del actual gobierno, fueron suprimidos los trenes de Buenos Aires a Mendoza y San Luis, el Expreso Buenos Aires – Rosario, el tren turístico Mercedes – Tomás Jofré, el tren Buenos Aires – Pehuajó, los servicios regionales La Banda – Fernández y Rosario – Cañada de Gómez y el tren a Pinamar.
Este paulatino cierre de ramales, sin que medien demasiadas explicaciones y con justificaciones variables, recuerda a la “clausura por goteo” ensayada durante el macrismo, en el marco de la que fueron cancelados 12 servicios de pasajeros.
La cancelación de ramales no es la única cara visible del ajuste: los servicios que continúan circulando lo hacen en condiciones cada vez más deterioradas, con peores tiempos de viaje y prestaciones disminuidas, producto de la postergación o la falta de inversión, que la “emergencia ferroviaria” vigente concentra en el AMBA. Otra muestra de esta política es el abandono de los planes para recuperar sectores inactivos de la red, como San Antonio de Areco o Tandil, o la cancelación por tiempo indefinido de corredores altamente demandados, como el caso de Bahía Blanca.
El reciente cambio de autoridades en Trenes Argentinos -tanto en SOFSA como en ADIF- difícilmente apunte a modificar esta situación: los nuevos funcionarios designados llegaron con la instrucción oficial de acelerar el proceso de privatización del sistema ferroviario, un esquema en el que la continuidad de aquellos servicios regionales y de larga distancia que no puedan ser provincializados está más que en duda.
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Mendoza y San Luis
El tren entre Retiro y Palmira, el último rehabilitado por la gestión anterior, fue también el primero en ser suspendido por la actual gestión.
Su circulación fue pausada de forma “momentánea”, según lo informado entonces, en abril del año pasado. La operadora se amparó en un estudio -al que tuvo acceso este medio- que si bien objetaba cuestiones relativas a la infraestructura del trazado, en ningún momento hacía una recomendación explícita de suspender el servicio.
A este siguió la eliminación del servicio entre Retiro y Justo Daract, que había sido inaugurado en 2022. En este caso, el tren dejó de circular como coletazo del accidente de Palermo -no relacionado-, que derivó en la suspensión temporal de los trenes de larga distancia del San Martín.
Semanas más tarde, los servicios a Junín fueron reanudados partiendo desde Caseros, pero el tren hacia la provincia de San Luis no fue restablecido y las autoridades tampoco ofrecieron explicaciones sobre la causa de esta decisión. Al restablecerse la línea hasta Retiro en julio se normalizaron todos los demás servicios, pero el tren a Justo Daract nunca volvió a funcionar.
Expreso a Rosario
El servicio expreso entre Buenos Aires y Rosario, que había sido implementado a fines de 2022, fue eliminado de forma sorpresiva en mayo del año pasado.
Se trataba de un servicio que operaba únicamente los fines de semana, reforzando las prestaciones del corredor, donde se ofrece un único servicio diario por sentido. Además de ofrecer tiempos de viaje relativamente competitivos (4:58 horas hasta Rosario Sur y 5:40 horas hasta Rosario Norte) y menos paradas que el servicio regular, permitía incrementar la oferta de plazas en uno de los corredores más demandados.
Tampoco se brindaron explicaciones oficiales acerca de su cancelación. No existen motivos asociados a la infraestructura que puedan haber llevado a esa decisión: las vías entre Buenos Aires y Rosario fueron renovadas integralmente a mediados de la década pasada.
A pesar de tratarse de uno de los corredores más competitivos y con mayor potencial para aumentar el tráfico, las obras que permitirían disminuir los tiempos de viaje, como la colocación de barreras automáticas, fueron dadas de baja.
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Mercedes – Tomás Jofré
El tren turístico entre Mercedes y Tomás Jofré de la línea Belgrano Sur, inaugurado en 2023 con una iniciativa conjunta entre SOFSE y la disuelta Trenes Argentinos Capital Humano (DECAHF), dejó de circular en mayo del año pasado. En este caso, la suspensión no se debió a una decisión de la empresa, sino que ocurrió tras la colisión de un camión contra el puente ferroviario ubicado sobre la ruta 41.
En junio, en coincidencia con el primer aniversario del servicio, se realizó por única vez un viaje especial sin llegar a Mercedes, pero el tren nunca más volvió a correr. La reparación o reposición del puente dañado, sin el cual el servicio no puede volver a funcionar ni tampoco puede pensarse en la recuperación de futuros tramos sobre el ramal G, no está prevista.
Pehuajó
En noviembre de 2024 fue eliminado el tren entre Buenos Aires y Pehuajó, que había sido rehabilitado en 2022.
El corredor venía sufriendo una abrupta caída en la cantidad de pasajeros transportados a raíz de los fuertes aumentos tarifarios, que encareció los pasajes a valores superiores a los del transporte automotor, el incremento de los tiempos de viaje, y el deterioro de los servicios por efecto del ajuste en el gasto público, que se combinaron para restarle atractivo al tren.
Si bien fue autogenerada, esa “pérdida de competitividad frente a otros medios de transporte” fue citada oficialmente por Trenes Argentinos como una de las razones para suspender el servicio. En la explicación oficial también se combinan factores alusivos a presuntas “cuestiones de seguridad operacional en el tramo entre Bragado y Pehuajó” -desmentidas a este medio por fuentes internas- y a un “ahorro de 117 millones de pesos por mes”.
Posteriormente, entre abril y mayo de este año, también estuvo suspendido el único servicio de larga distancia sobreviviente de la línea Sarmiento (Once – Bragado), aunque fue posteriormente restablecido y continúa circulando con normalidad hasta la fecha.
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La Banda – Fernández
En los primeros días de noviembre del año pasado, el servicio regional entre La Banda y Fernández fue sorpresivamente eliminado, sin que mediara anuncio oficial. El tren, que había sido inaugurado en 2022, contaba con dos frecuencias diarias por sentido.
Fuentes de Trenes Argentinos fundamentaron la decisión de eliminar el servicio en el “bajo factor de ocupación, que no superaba el 38% en promedio” y a “los costos de mantenimiento de la formación”, agregando que la supresión del servicio permitiría “un ahorro de 27 millones de pesos mensuales”.
El cochemotor Materfer con el que se prestaba fue transferido a Neuquén, donde se lo utilizó para reforzar las frecuencias del Tren del Valle y reanudar, desde febrero pasado, los servicios a Cipolletti -ahora nuevamente recortados-.
Rosario – Cañada de Gómez: seis meses de suspensión
El tren entre Rosario y Cañada de Gómez dejó de prestar servicio el pasado 20 de noviembre, luego de que la única formación asignada al servicio sufriera un accidente fuera de servicio. Ante la avería del material y la falta de unidades de reserva para sustituirlo, el servicio fue suspendido hasta nuevo aviso.
Tal como explicó enelSubte, Trenes Argentinos no considera que el servicio esté definitivamente suspendido, pero su reanudación está supeditada a la reparación del material siniestrado, algo que todavía se encuentra en etapas preliminares y que todavía no tiene fecha estimada de finalización.
La posibilidad de reactivar el servicio con otro material rodante -que ha quedado ocioso producto de la eliminación de otros servicios, como el tren a Pinamar (ver debajo)- no parece haber sido considerada. Al mismo tiempo, la compra de triplas chinas para servicios regionales -que ya se encontraba adjudicada- fue dada de baja recientemente por decisión de las autoridades.
Pinamar
Finalmente, en abril pasado fue suspendido de forma sorpresiva el servicio Maipú – General Guido – Divisadero de Pinamar.
El trayecto había sido reinaugurado a principios de 2021 y operaba en combinación con los trenes de la vía Mar del Plata, contando con buena aceptación por parte del público. Para su habilitación se habían realizado obras de mejoramiento en el ramal y se recuperaron cochemotores CAF Serie 593 “Camellos” ex Renfe, que fueron reparados en los talleres de Mechita.
Al igual que en otros corredores, la cancelación de los servicios estuvo precedida por aumentos tarifarios y recortes de frecuencia.
El argumento oficial para eliminar el servicio fueron “cuestiones de seguridad operacional” no especificadas: en cuatro años de operación no se conocieron incidentes de ningún tipo. Llamativamente, semanas antes de la suspensión del servicio se había lanzado una contratación para la reparación de cuatro puentes metálicos del ramal por el que solo circula este servicio, algo que estaba pendiente desde hace varios años. La obra no fue adjudicada ni tampoco dada de baja hasta el momento. A esto se sumó también una alusión oficial a un “déficit de 133 millones de pesos”.
Recientemente, unos 50 trabajadores afectados al servicio comenzaron a recibir telegramas de despido por parte de Trenes Argentinos.
La supresión del tren a Pinamar provocó que el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires solicitara al Gobierno nacional la transferencia del servicio a la órbita provincial y que se reactivara un proyecto para crear una operadora ferroviaria bonaerense: el Interior provincial es una de las regiones más afectadas por la cancelación de servicios “por goteo”.
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Bahía Blanca: el regreso del tren, cada vez más lejos
El servicio entre Plaza Constitución y Bahía Blanca merece una mención aparte, ya que su suspensión no es imputable a la actual gestión.
Los problemas del ramal comenzaron en marzo de 2022, cuando una formación descarriló aparatosamente en Pourtalé. Al mes siguiente las prestaciones fueron retomadas, pero con menos frecuencias y peores tiempos de viaje. En octubre de 2022 el servicio quedó interrumpido nuevamente, esta vez por daños en el puente sobre el río Salado, lo que derivó en un nuevo período de suspensión que se extendió hasta marzo de 2023. Los servicios fueron restablecidos, pero apenas una semana y media más tarde ocurrió un nuevo descarrilamiento. Desde allí, el tren nunca volvió a circular.
La actual gestión, pese al reclamo de las distintas ciudades servidas por el tren, ha hecho caso omiso de los pedidos para el restablecimiento de los servicios e incluso ha borrado toda mención al corredor de su página web e incluso del mapa oficial de trenes.
La situación del corredor, que es competitivo y que cuenta con una importante demanda consolidada -los trenes de pasajeros nunca se interrumpieron, ni siquiera en la década del 90-, se ensombreció aún más a raíz de los daños sufridos por la infraestructura de vías en Bahía Blanca a raíz de las inundaciones ocurridas en marzo de este año.
Los planes de expansión, cancelados
Las clausuras por goteo y los recortes no son el único ajuste al que han sido sometidos los trenes de pasajeros: también se decidió el freno de todas las iniciativas de recuperación de servicios que habían sido proyectadas en los últimos años.
Así, fueron dadas de baja las obras que hubieran permitido la reanudación del tren a Tandil, ciudad que perdió su conexión ferroviaria tras el cierre de Ferrobaires en 2016. En este caso, se dio de baja una licitación para reacondicionar las vías entre Ayacucho y Tandil, que complementaba los trabajos ya realizados entre Maipú y Ayacucho.
Misma suerte corrieron las licitaciones para la reactivación del tramo entre Capilla del Señor, San Antonio de Areco y Arrecifes, donde los trenes de pasajeros dejaron de pasar hace más de 30 años, y los proyectos de recuperación del ramal G de la línea Belgrano Sur, suspendidos a raíz del recorte presupuestario y de la citada caída del puente en Mercedes.
Por fuera de la provincia de Buenos Aires, también resultó suspendido el proyecto del tren de pasajeros entre Santa Fe y Laguna Paiva, lo que motivó el reclamo de autoridades locales y provinciales.
A la caída de estos proyectos se suma la cancelación de otras iniciativas de alto impacto sobre los trenes de pasajeros. Tal es el caso de la citada compra de triplas chinas para servicios regionales, o de los proyectos que iban a ejecutarse con financiamiento internacional ya aprobado, como la modernización de la línea San Martín, que incluía electrificación y renovación de vías y señalamiento, la electrificación de la línea Belgrano Sur, o la extensión de la electrificación de la línea Mitre. A estos se suman las obras que no han sido formalmente canceladas, pero que se encuentran paralizadas de hecho hace más de un año y medio, como el viaducto del Belgrano Sur a Constitución.
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