El presidente de Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado (FASE), Rodrigo Rufeil, renunció, poniendo fin a sus siete meses al frente de la empresa.
Su renuncia fue aceptada el viernes pasado en una reunión del directorio del holding ferroviario estatal, integrado por las divisiones de operación (SOFSE), infraestructura (ADIF), cargas (BCyLSA) y capital humano (DECAHF).
Tal como explicó enelSubte, la salida de Rufeil se daba por hecha desde hace varios meses: el funcionario mantuvo un bajísimo perfil y sus apariciones públicas fueron más que esporádicas, limitándose a mostrarse en algunas inauguraciones en Córdoba, de donde es oriundo.
Esto acabó por reforzar el bajo perfil de la empresa, que no llegó a despegar luego del fallido relanzamiento de marzo del año pasado.
Fuentes de Ferrocarriles Argentinos vincularon la salida de Rufeil a “un ciclo cumplido”. Según pudo saber enelSubte, el ministro de Transporte Alexis Guerrera buscaría retomar el camino iniciado por su predecesor Mario Meoni -truncado por su inesperado fallecimiento en abril pasado-, que apuntaba a dotar a Ferrocarriles Argentinos de un perfil más activo y de ordenador y articulador del área ferroviaria, especialmente en el contexto del final de las concesiones cargueras.
Por lo pronto, aún no está definido quién será el nuevo presidente de FASE. Hasta tanto se nombre un sucesor, el puesto será ocupado en forma interina por el vicepresidente de la empresa, Daniel Vispo, quien es a su vez presidente de Trenes Argentinos Cargas (TAC/BCyLSA).
Desde el Ministerio de Transporte explicaron a este medio que por estas horas el ministro Guerrera se encuentra analizando nombres para la presidencia de Ferrocarriles Argentinos entre distintos dirigentes del Frente Renovador. Se trata de un dato de importancia, ya que durante toda la gestión actual la titularidad de la empresa nunca estuvo en manos de un massista: cabe recordar que primero se mantuvo en el cargo a Martín Ferreiro -un funcionario técnico heredado del gobierno de Macri- y luego se nombró a Rufeil, que provenía del peronismo cordobés.
Cabe recordar que Ferrocarriles Argentinos fue recreada en 2015 por ley 27.132 -sancionada con amplio apoyo político transversal- con el objetivo de articular todo el sistema ferroviario nacional y de reunificar bajo una misma conducción –y recuperando la denominación histórica– a las distintas sociedades ferroviarias que el Estado había ido acumulando desde el resquebrajamiento de la privatización: la operadora de pasajeros SOFSE, la gestora de infraestructura ADIF y la operadora de cargas BCyLSA, transformándolas en unidades de negocio de la empresa holding.
Por lo pronto, la salida de Rufeil puede ser vista como un primer paso y una oportunidad para que las autoridades retomen el consenso de la ley 27.132, rescaten a Ferrocarriles Argentinos del letargo y la pongan en marcha, dotando al sistema ferroviario de la conducción política unificada que tanto necesita y merece.