28 marzo 2024

De Vido visitó fábrica de coches para el Subte en China

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El ministro de Planificación, Julio De Vido, visitó la fábrica que la empresa china CITIC tiene en la ciudad de Beijing (Pekín).  Allí se producirían los 279 coches para el subterráneo porteño anunciados, en reiteradas ocasiones, desde octubre de 2004 y cuya compra motivó a fines de 2008 una nueva denuncia penal contra el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime por prsuntos sobreprecios.

Según informó el ministro en declaraciones a la prensa, los coches servirán para reequipar totalmente a las líneas A, C y E.  Según cifras de Subterráneos de Buenos Aires, las tres líneas tienen hoy asignados 247 coches: 105 en la A, 78 en la C y 64 en la E.  Sin embargo, en la E sólo están operativos 44 coches General Electric Española (GEE) ya que los restantes 20 se encuentran en alistamiento, en proceso de remodelación o chocados.

En una primera etapa, de la partida prevista en el acuerdo marco se adquirirían 150 coches para la línea A: gracias a la superficialidad de la línea más antigua de América Latina, estos coches podrían ser los primeros de la red en contar con aire acondicionado.  De acuerdo a las palabras de De Vido, esta compra prevé el requerimiento de material rodante adicional que experimentará la línea A una vez que sea inaugurada la extensión a San Pedrito, prevista para finales de 2011. Sin embargo, en recientes declaraciones el ministro de Desarrollo Urbano de la Ciudad, Daniel Chaín, indicó que la cochera – taller Nazca estará terminada a fines de 2011, mientras que la subestación rectificadora para mayo de 2012.  Vale recordar que estas obras son indispensables para una correcta operación de la línea.

“Cuando entren en funcionamiento podremos contar con una frecuencia de entre 75 y 90 segundos cada tren”, dijo el ministro de Planificación.  Parece olvidar que el sistema de señalización ATP, instalado por el Estado nacional en la línea A durante 2008 e idéntico al instalado por Metrovías en la B, D y E, permite una frecuencia máxima de 120 segundos entre tren.  También olvida De Vido que la línea C es la única que aún posee su sistema ATS original de 1934, por lo que si se pretende que los coches chinos presten servicios allí, deberá ser reemplazado por el ATP.

Además, de asignarse 150 coches a la línea A, los restantes 129 no alcanzan para equipar a las líneas C y E al mismo tiempo que se desafecta el material rodante que poseen en la actualidad.  Cabe preguntarse, entonces, cuál será el destino de los 86 coches Siemens y 64 GEE cuya remodelación está en marcha a gran velocidad en las instalaciones de la empresa EMEPA en Chascomús.  ¿Compartirán rieles con los coches chinos en la extendida línea E?  ¿Serán desafectados al poco tiempo de reiniciar sus servicios tras una remodelación pensada para prolongar su vida útil en, por lo menos, diez años más? ¿Prestarán servicios en la línea H, a la que Juan Pablo Schiavi pretende equipar con coches rusos luego de decir que la Ciudad de Buenos Aires se encargaría de la provisión del material rodante necesario? Hasta ahora, cada nuevo paso dado por las autoridades arroja más preguntas que certezas producto de la improvisación que vive el Subte desde 1994, un paciente en estado crítico con demasiados médicos que no comparten ni el diagnóstico ni la cura.

Sospechas en la relación con China

El diario La Nación publicó ayer una investigación del periodista Carlos Pagni, en donde se arrojan sospechas respecto a la compra de los coches CITIC.  “Como Venezuela, China fue el campo de labranza de una diplomacia paralela en la que el papel de Claudio Uberti fue encarnado por Ricardo Jaime. Gracias a la audacia del ex secretario de Transportes en esa relación, se produjeron varias excentricidades”, explica Pagni en su artículo titulado “China, Gardel y los Kirchner”.  A fines de 2008, Jaime había intentado avanzar con la compra de los coches CITIC, pero una investigación de enelSubte.com sirvió de base para una denuncia de la oposición por presuntos sobreprecios en una operación que, como se realiza de estado a estado, no requiere de licitación.  Según Pagni, el diputado Federico Pinedo presentó en aquel entonces un pedido de informes en la Legislatura para que se investigue la operación, que cuenta como intermediario a Franco Macri, padre del actual jefe de Gobierno porteño.  El actual secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, arribó a China dos días antes de que llegara la Presidente para adelantar los convenios a firmar por la mandataria con CITIC.  “Schiavi conoce bien a Macri: el secretario fue jefe de campaña de su hijo Mauricio, hasta que lo capturó el kirchnerismo.”, recuerda Pagni.

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