Operarios de empresas especializadas de limpieza serán los encargados de remover la totalidad de los graffitis y pegatinas del exterior de los trenes de la red.
SBASE volverá a aplicar el esquema de tercerización ensayado para las tareas de pintura de estaciones y limpieza de interior de coches en los primeros meses del año, contratando a empresas externas para la realización de tareas que deberían cumplirse con personal del Subte. En aquella oportunidad la compañía de limpieza industrial LX Argentina se vio beneficiada con la realización de las tareas.
El graffiti se ha convertido en un serio problema para la red. De acuerdo con Subterráneos de Buenos Aires el 85% de la flota se encuentra vandalizada, presentando mal aspecto y generando sensación de inseguridad y encierro para los pasajeros, dificultando la orientación de los mismos en estaciones ya que el aerosol ha ido invadiendo cada vez porciones más significativas de las ventanillas.
Las tareas de limpieza estarán a cargo de equipos conformados por 12 personas y consistirán en la aplicación de un producto especial para la remoción de la pintura en aerosol en horarios nocturnos, para no afectar la disponibilidad del material rodante en horario de servicio. Se estima que las tareas durarán “diez días” y que la totalidad de la limpieza y “puesta en valor” estará finalizada para diciembre de este año.
Desde la estatal se aseguró que el estado exterior de las formaciones es uno de los principales reclamos de los usuarios de la red. “Recibimos el subte muy deteriorado, en muy mal estado luego de años de abandono y desinversión. Estamos trabajando día y noche para devolverle a los usuarios el subte que se merecen”, aseguró el presidente de la compañía, Juan Pablo Piccardo.
Las líneas más afectadas son las B, C, D y E. En la línea H, en cambio, se realizan tareas periódicas de limpieza del material rodante, mientras que la línea A no se ha visto afectada por el graffiti desde su reapertura en marzo pasado.
Este tipo de vandalismo no es privativo de Buenos Aires, sino que es sufrido por prácticamente todos los sistemas de metro del mundo. La intensidad particular de dicho fenómeno en el Subte deriva en gran parte de las escasas condiciones de seguridad y vigilancia de talleres, cocheras y estaciones. A diferencia de lo que ocurre en otros países, por desidia de la concesionaria Metrovías, en Buenos Aires se ha dejado desde hace años de realizar tareas de limpieza y repintado sobre el exterior del material rodante.