Las altas temperaturas que afectaron a la Ciudad de Buenos Aires en los últimos días generaron importantes trastornos en el transporte, especialmente en la infraestructura ferroviaria.
Como suele ocurrir en fechas de calor extremo, varias líneas sufrieron dilatación de sus rieles, lo que provocó que operaran con demoras y cancelaciones en la tarde del pasado miércoles.
Lo llamativo en esta ocasión es que la dilatación se dio en tramos recientemente inaugurados, como el viaducto de la línea San Martín, en cercanías de la estación La Paternal, y el viaducto de la línea Mitre en las proximidades de la estación Lisandro de la Torre, donde el afectado fue el tercer riel, que conduce la electricidad.
Fuentes consultadas por este medio coincidieron en señalar que el fenómeno ocurrió debido a la mala terminación de ambas obras.
“Con riel largo soldado, como el del viaducto del San Martín, esto no debería pasar. Sólo podría darse en el tramo de unión con la traza antigua, que todavía usa eclisas”, explicó a este medio un técnico ferroviario. “La falta de balasto en las vías es un factor que puede haber contribuido a la dilatación, otra razón puede ser que no se haya hecho la liberación de tensión de los rieles como corresponde”, puntualizó.
En el viaducto Mitre, en tanto, si bien el tercer riel sufrió dilatación, las vías no: a simple vista puede observarse en la foto que acompaña esta nota que el nivel de balasto en este caso es mucho mayor al del San Martín.
Cabe recordar que pese a que el viaducto del San Martín fue inaugurado en julio, las obras todavía no han sido terminadas, debido a que el contrato de la constructora fue rescindido por incumplimientos. La finalización de los trabajos, tal como anticipó este medio, sería ejecutada por contratación directa, aunque aún no tiene una fecha prevista.
Insólitamente, días atrás el Ministerio de Transporte lanzó una pieza promocional del viaducto del San Martín donde se presenta la obra como finalizada y un presunto pasajero compara el nuevo servicio con “cuando la máquina era a diésel”. Pero la línea San Martín sigue funcionando con tracción diésel: la licitación para la electrificación fue sistemáticamente postergada y su resolución quedará para el próximo gobierno.