Tanto en el Subte porteño como en el Metro neoyorquino, las tarjetas magnéticas para el ingreso a esos servicios tendrán la misma tecnología, fabricada en Argentina.
El “Subte” de la Gran Manzana es uno de los sistemas de transporte más grandes del mundo, con 1.056 km de vías primarias en servicio, y casi 5 millones de usuarios por día laborable. Es uno de los tres sistemas de subterráneos en el mundo que funciona las 24 hs.
En 1994 el sistema de metro introdujo un sistema especial de pago de tarifas llamado MetroCard que permite a los viajeros usar tarjetas que almacenan dinero abonado al taquillero o en una máquina de venta. ¿Le suena? si, es el mismo que desde el año 2000 funciona en Buenos Aires. La MetroCard fue mejorada en 1997 para permitir a los usuarios hacer transbordos entre metros y autobuses en un plazo de dos horas. Otras MetroCard con transbordos sólo entre metros también fueron puestas en circulación. El mundialmente famoso token (cospel) fue retirado en 2003.
La empresa argentina CEDINSA encargada de desarrollar los “Subtepass” del sistema acaba de ser designada para fabricar los MetroCard. Este sistema de tarjetas magnéticas es de amplio uso, dado que es de muy bajo costo porque la banda magnética está pintada y no pegada. Al introducir la tarjeta en el molinete, la información se envía a una central que controla los datos, y devuelve la aprobación al usuario.