El pasado miércoles fue oficializada la designación de Manuela López Menéndez como nueva secretaria de Transporte y Obras del gobierno porteño.
La funcionaria reemplazará a Juan José Méndez, quien pasará a ser Asesor General de Horacio Rodríguez Larreta. Su designación había sido anticipada por este medio semanas atrás.
López Menéndez se desempeñaba hasta ahora como presidenta de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), cargo que había asumido en agosto de 2020 y en el que mantuvo un bajísimo perfil público y una deslucida actuación: la única decisión de relevancia que tomó en su año y medio de gestión fue la adjudicación de la concesión del servicio a Emova (Metrovías-Roggio).
De momento, el gobierno porteño no ha anunciado un reemplazante para López Menéndez. Fuentes de SBASE explicaron a enelSubte que el sucesor “se está definiendo” en estas horas y que “seguramente la semana que viene” se tengan “certezas” sobre el nombre de quien ocupará la presidencia de la empresa.
Hasta tanto, las funciones de la presidencia quedarán en manos del vicepresidente de SBASE, Mauro Alabuenas. No es la primera vez que esto ocurre: en 2016, tras la renuncia de Juan Pablo Piccardo, la presidencia fue ocupada interinamente por el entonces vicepresidente Edgardo Campelo durante un lapso de cuatro meses, hasta que fue designado un nuevo titular definitivo (Eduardo de Montmollin).
Cabe recordar que, en adición a la partida de López Menéndez, el directorio de la empresa atraviesa momentos turbulentos, luego de que la oposición exigiera el apartamiento del director Juan Sebastián De Stéfano, vinculado con el escándalo de espionaje de la “Gestapo”.
Con respecto a esto, desde SBASE confiaron a este medio que no se descartan otros cambios, tanto en el directorio como en las gerencias. “Se están definiendo roles en la empresa a nivel general”, explicaron fuentes de la empresa en diálogo con este medio.
Por lo demás, la agenda de SBASE para 2022 parece estar bastante despejada. Tal como explicó enelSubte, según el presupuesto para este año, no se contemplan obras de extensión de la red ni construcción de nuevas estaciones. Sólo se prevé continuar con las obras de mejora actualmente en marcha y avanzar en algunas licitaciones pendientes, tales como los estudios de la línea F –postergados ya 13 veces– y la compra de nuevos trenes para la línea B –proyectada pero nunca lanzada-.