La instalación del nuevo señalamiento del viaducto de la línea San Martín ha culminado. La obra, iniciada el año pasado, había entrado en sus etapas finales en los últimos meses con la realización de diversas pruebas, algunas de las cuales habían ocasionado cortes programados de servicio en fines de semana.
Los trabajos consistieron en el “diseño y desarrollo, instalación, prueba y puesta en servicio del nuevo sistema de señalización” a lo largo de 6 km de vías entre las estaciones Palermo y Villa del Parque.
Entre los dispositivos instalados se cuentan “nuevas máquinas electrohidráulicas para el movimiento de los cambios de vías, nuevas señales con semáforos de LED y nuevos circuitos de vía de audiofrecuencia”, así como “una moderna mesa de operación en La Paternal”, explicó la empresa a cargo de la obra en un comunicado.
Como parte del contrato, la firma de capitales franceses brindará un “soporte técnico que se extenderá por un período de 15 meses” a contar desde la entrada en servicio del nuevo sistema.
La empresa destacó que “el nuevo sistema instalado es totalmente apto y compatible con la futura electrificación de la línea San Martín”, que -tal como anticipó enelSubte– el Gobierno nacional apuesta a reimpulsar tras más de dos años en stand-by.
La incursión de Alstom en el negocio del señalamiento ferroviario de superficie en el país es bastante reciente: hasta hace poco tiempo, la empresa sólo tenía una penetración importante en el mercado del Subte. En los últimos años ha ido sumando contratos de señalamiento en ferrocarriles, incluyendo obras en las líneas Sarmiento, Belgrano Norte y Roca, además del citado viaducto San Martín.
Cabe recordar que el viaducto fue inaugurado sin terminar en julio del año pasado. Desde entonces y hasta ahora se operaba con un señalamiento provisorio, lo que actuaba como una limitación para el incremento de frecuencias.
La terminación del resto de las obras del viaducto permanece aún pendiente: los trabajos, que incluyen la finalización de las estaciones elevadas Villa Crespo y La Paternal, fueron relicitados a fines del año pasado por la empresa estatal porteña AUSA (tras haber sido rescindido el contrato de la constructora original) e iban a reanudarse en el segundo trimestre, pero el proyecto se frenó por la pandemia y no ha sido adjudicado aún.