Trenes Argentinos Operaciones informó que este sábado 2 y domingo 3 de noviembre el ramal Tigre de la línea Mitre funcionará con servicio limitado entre las estaciones Núñez y Tigre.
Si bien la empresa estatal sólo se limitó a anunciar que el servicio corto es por “obras en zona de vías”, enelSubte tuvo acceso a una comunicación interna donde se detalla que la interrupción del servicio entre Retiro y Núñez se debe al “reemplazo de durmientes en [la estación] Belgrano C”, localizada en el viaducto.
Este medio se comunicó con representantes de Trenes Argentinos Infraestructura y Trenes Argentinos Operaciones, quienes alegaron desconocer la situación y declinaron formular comentarios al respecto. No es la primera vez que las empresas ferroviarias estatales, que en teoría forman el holding Ferrocarriles Argentinos, muestran esta falta de coordinación entre sí. Ambas coincidieron en derivar la consulta a una tercera firma: la porteña Autopistas Urbanas, en quien se había delegado la ejecución de la obra.
Desde AUSA explicaron a este medio que “se solicitó cambiar nueve durmientes ubicados en el aparato de vía del desvío de la calle Juramento”, en los que se detectó “desgaste por una falla en el ajuste de tornillos”. Desde la empresa remarcaron que la falla es “imperceptible y no genera ningún peligro ni falta de seguridad”.
Los durmientes fallados habían afectado al ferrocarril en anteriores ocasiones: por caso, algunas partidas de piezas fabricadas por la compañía Dhasa que habían sido utilizadas en la renovación de los ramales a Mar del Plata y Rosario. De acuerdo con un relevamiento elaborado por el INTI en 2015, las fisuras habían sido provocadas por “deficiencias en la calidad del hormigón y en su proceso de curado”. Aunque avanzó, la sustitución de las piezas dañadas no ha sido completada al día de la fecha.
Cabe recordar que el tramo elevado afectado por problemas en los durmientes fue inaugurado en mayo pasado en conjunto con la estación Belgrano C, mientras que en septiembre fue abierta Lisandro de la Torre. La obra, emblemática de la actual gestión -junto con el viaducto de la línea San Martín, cuya ejecución se encuentra empantanada luego de la rescisión del contrato a la constructora-, se había visto recientemente envuelta en una polémica por la concesión de los bajo viaductos a un valor inferior a la base de los pliegos.