El gobierno nacional publicó recientemente una larga lista de terrenos e instalaciones de propiedad estatal que serán puestas a la venta. Muchas de ellas corresponden a terrenos ferroviarios estratégicos e incluso algunos de ellos aún operativos y no desafectados.
En el largo listado publicado en el sitio oficial del Gobierno se encuentran predios estratégicos como parte del cuadro de vías de la estación Haedo, correspondiente a la línea Sarmiento.
Tiempo atrás, este terreno había sido considerado para una ampliación del Parque Industrial “La Cantábrica”, proyecto que incluía la construcción de un desvío ferroviario aprovechando su proximidad a la vía principal del Sarmiento.
Otra propiedad puesta a la venta es la estación Santa Fe del Ferrocarril Belgrano. En este caso no solo se ofrecen terrenos sino la totalidad del cuadro de vías y hasta el edificio principal de la estación. Esta estación fue cabecera, hasta la privatización de 1993, de servicios de pasajeros a Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Rafaela, Resistencia o Presidencia Roque Sáenz Peña, entre otros.
Si bien la estación actualmente no está activa para fines ferroviarios, estaba considerada como parte de proyectos de reactivación: tal es el caso del servicio regional Santa Fe – Laguna Paiva, del que sería su cabecera. Aunque el servicio contaba con material rodante asignado y hasta se había avanzado con la licitación de los apeaderos intermedios –uno de los cuales se localizaría en los terrenos que ahora salen a la venta–, el Gobierno anunció meses atrás la cancelación del proyecto y la transferencia de los coches al AMBA.
En esta misma provincia se contempla también la venta de valiosos terrenos ferroviarios en la costa de Rosario, en cercanías de la estación Ludueña y en la localidad de Cañada de Gómez.
Otro caso llamativo se da en la Provincia de Mendoza, donde se puso a la venta la totalidad de los talleres de locomotoras de la línea San Martín ubicados en la capital provincial, que están en pleno funcionamiento. Se trata de una superficie superior a los 200.000 metros cuadrados, apetecida por el sector inmobiliario para desarrollos de vivienda y comerciales.
Allí reciben mantenimiento las máquinas de trocha ancha de Trenes Argentinos Cargas –empresa cuya privatización por loteo fue recientemente anunciada–. En caso de que sean cerrados, se estima que la operatoria podría trasladarse a los talleres ubicados en Palmira, ciudad hasta hace pocos meses era cabecera del cancelado servicio de larga distancia hacia Retiro. Los conocidos como Talleres Diésel Mendoza se consideran uno de los mejor equipados y más capaces con que cuenta actualmente el sistema ferroviario.
Si bien los terrenos asociados a los talleres ya fueron recortados –años atrás se cedieron partes para la construcción de un barrio PROCREAR–, lo cierto es que su desafectación nunca fue contemplada. Prueba de esto es que en ocasión de la construcción del tramo norte del Metrotranvía, inaugurado en 2019 y construido en trocha media sobre la traza del San Martín, se mantuvo activa una vía única de trocha ancha para garantizar el acceso de las locomotoras a los talleres.
En Mendoza también se pretende avanzar con la subasta de una superficie superior a los 250.000 metros cuadrados, perteneciente al cuadro de vías de la estación Mendoza de la línea Belgrano.
Mendoza no es el único taller de locomotoras puesto a la venta: también se proyecta la subasta de los talleres Alta Córdoba, de la línea Belgrano. En este caso quedaría operativa sólo una fracción de las instalaciones, con la venta de más de 170.000 metros cuadrados del predio, que actualmente funciona como taller de locomotoras de trocha angosta.
En cuanto a instalaciones operativas, el listado difundido por el Gobierno también incluye la práctica totalidad de los predios linderos a la estación Campana de la línea Mitre, en estado operativo para servicios de media y larga distancia. Vale notar que no se contempla ningún destino social, como podría ser –en este caso– un parque ribereño o la construcción de vivienda, sino la mera venta al sector inmobiliario.
Dentro de la Ciudad de Buenos Aires, se incluye un espacio de 17.000 metros cuadrados en Retiro entre las vías de las líneas Belgrano Norte y Mitre. Es el mismo donde se discutió en los últimos años la construcción de una estación Retiro Norte, que permitiría combinar ambas líneas con la línea H del Subte. También se anuncia para la venta un terreno contiguo a zona de vías en la línea San Martín a la altura de la Avenida del Libertador. Se trata de áreas largamente codiciadas por el sector inmobiliario para el desarrollo de emprendimientos de alto valor de mercado.
Además, se busca vender terrenos con gran importancia para el sistema logístico, como el cuadro de la estación Ribera Sud, en Avellaneda, que actualmente posee uso productivo, el cuadro de la estación Loma Paraguaya en cercanías del puerto de Bahía Blanca y dos terrenos del Ferrocarril Roca en Ingeniero White.
También se contempla la subasta de terrenos ferroviarios que, si bien tienen otros usos actualmente, pertenecen al Estado. Es el caso de los cuadros de las estaciones Florida (FCGBM), Pilar (FCGSM) y Sáenz Peña (FCGSM) y predios ferroviarios en Magdalena (FCGR) y Caseros (FCGSM).
Por otra parte, el Gobierno pretende desprenderse de cuadros de vías de estaciones actualmente no operativas, pero formalmente aún no desafectadas.
Su venta comprometería una eventual futura recuperación de servicios al perder espacios necesarios para la operación. Son los casos de las estaciones Martín Coronado (FCGU), Vallimanca (FCGR), Elordi (FCDFS), Los Nogales (FCGBM), Mollinedo (FCGB), Sarah (FCDFS) y Balsa (FCDFS).
Mención aparte merece el caso de la localidad de Pergamino. El Gobierno aquí pretende vender un sector de vías por el que corren dos ramales. Según la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) el predio se encuentra desafectado y disponible para la venta. “Cada uno de los inmuebles o los terrenos que se fueron incluyendo en el decreto se hablaron y consensuaron primero con las áreas que los tienen a cargo”, justificaron desde la AABE al medio Cenital.
La explicación contradice a la que se brinda desde la Secretaría de Transporte, que manifestó que “la subasta de terrenos ferroviarios aún está en etapa de estudios técnicos y de factibilidad” y que no han recibido ningún pedido de desafectación del predio en Pergamino”.
Las ventas que proyecta el Gobierno implican una profundización de las realizadas por la administración de Cambiemos entre 2015 y 2019. En esa ocasión, se vendieron importantes predios en Buenos Aires como playa Colegiales, playa Palermo y la playa de Empalme Norte, en todos los casos con destino a emprendimientos inmobiliarios “premium”.
Si bien las subastas eran justificadas entonces en la necesidad de recaudar fondos para diversos proyectos de transporte que se estaban ejecutando -los viaductos del Mitre y el San Martín o el Paseo del Bajo-, lo cierto es que fueron duramente objetadas por informes de la Auditoría General de la Nación (AGN): el órgano de control detectó errores de cálculo en los montos y ventas por debajo del valor de mercado, entre otras irregularidades.
No es la primera vez que el ferrocarril es visto como un mero banco de tierras para usos no vinculados al transporte.
Sin embargo, lo que diferencia a la experiencia actual de las anteriores es la ausencia prácticamente total de un objetivo social. Así, mientras en otras oportunidades la pérdida de terrenos ferroviarios se justificaba en la necesidad de recaudar fondos para la realización de obras, o en la necesidad de construir espacios verdes, sedes universitarias, proyectos de vivienda social o ampliación de áreas industriales, la venta de estos terrenos parece apuntar a un mero afán recaudatorio –en línea con la idea oficial de que el Estado debe ser “rentable”– o aún incluso a la liberación de áreas para la especulación inmobiliaria.
La desafectación del uso ferroviario de la mayoría de los predios e instalaciones contemplados puede significar la pérdida irrecuperable de muchos ramales y puede acarrear graves dificultades operativas en muchos sectores: imposibilidad de construir vías auxiliares, pérdida de talleres y estaciones y aún de reservas de traza de cara a futuros proyectos.
El caso de Pergamino es paradigmático por lo específico del sector de vías a vender: quedaría cortado en dos todo un ramal –el acceso del Ferrocarril Belgrano a Rosario desde González Catán/Villars– por un terreno concreto en el centro de Pergamino. Si, previa intervención de los organismos ferroviarios, el ramal G se considerara desafectado, lo esperable sería la venta de toda la traza. En cambio, un interés tan puntual parece sugerir que muchas de estas ventas parecen antes pensada en función de un privado interesado que del interés público.