enelSubte (eeS): El Presupuesto 2021, recientemente aprobado, no prevé la realización de obras de extensión de la red de Subte. ¿Cuál es su mirada al respecto?
Sergio Abrevaya (SA): Me parece malo, pero no puedo dejar de ponerme en contexto. Es más difícil ser crítico en esta etapa que en otras. La situación hoy es de 60 mil millones menos de presupuesto, y el problema va a seguir, en un contexto además donde la recaudación se derrumbó.
Los números que vos ves son mentiras: una es la suspensión del pacto fiscal que le permitió no bajar IIBB. La otra es el adelanto de los bancos que es una fortuna que no van a pagar el año próximo. Los impuestos que pusieron los impugnó la Corte, con lo cual el déficit puede ser aún mayor.
Sin embargo no es excusable todo lo que no hicieron en estos años porque cuando tuvieron plata no hicieron obras habiéndose podido concentrar en el Subte. La historia no es excusable.
eeS: En pocos meses se cumplen 20 años de la sanción de la ley 670, que preveía la construcción de las líneas F, G e I. Sin embargo, todavía no hay una sola obra de dicha ley. ¿Por qué ocurre esto?
SA: Hubo una puesta en escena con la línea F, hubo idas y venidas respecto a los estudios, pero nada más que eso. Yo siempre opiné que la línea G era la más importante, pero acá lo importante es que hagan subte, que empiecen por la que quieran, pero hagan una.
Yo creo que en la gestión Macri la tenían casi descartada a la línea I. La trataron de sacar del PETERS. Justificaban que no movería caudal, y que la demanda podía ser suplida por colectivos. Eduardo Epszteyn y yo peleamos para que no la saquen. En el cálculo ellos insistían con los colectivos y no evaluaron si la demanda podría existir en base a la creación de nuevas centralidades barriales.
La gestión de Macri fue un desastre en cuanto al subte, fue la peor. Pero estos 20 años han sido terribles en el sentido de que los gobiernos dicen que es mucha plata hacer Subtes pero los 100 millones de dólares que cuesta el kilómetro de Subte no son tanto si se comparan con otros créditos que la Ciudad pudo asumir en su momento para hacer otro tipos de obras como los aliviadores del Maldonado, el Vega, e incluso lo destinado para obras de cocheras de Subte.
Yo no soy de los que cree que la ciudad hubiera quedado demasiado endeudada, porque parte de esa deuda tiene que ver con obras que se pagan en generaciones. Incluso hicieron la línea H con parte de esa deuda, como las cocheras de la B y la A.
eeS: La licitación para volver a concesionar el Subte, lanzada en 2017, permanece en un estado de indefinición y no tiene fecha de adjudicación prevista. Usted propuso en el pasado estatizar la operación de la red, ¿qué mirada le merece actualmente este tema?
SA: Cuando vino el presupuesto y tuvimos una reunión con el ministro de Economía [de la Ciudad, Martín Mura], se lo planteé y le dije que aprovechemos la situación y estaticemos la operación del Subte.
No le creo al presupuesto en ese sentido, porque pienso que la Ciudad va a terminar poniendo más plata en subsidios para mantener la operación privada. Porque hay un dato real y es que la actividad económica bajó, bajó el servicio y la demanda, y no sabemos si el año que viene va a continuar ese problema. Puede ser que sigamos con una cantidad muy baja de pasajeros diarios. ¿Y vas a tener que subsidiar a un privado para eso? ¿Para qué? Volvamos al Subte estatal. Además no es sólo que permitas más pasajeros, sino que la economía está resentida y no va a ser fácil volver al millón y medio de pasajeros.
Esto se lo planteé además a los distintos bloques en los últimos meses. Muchos de ellos presentaron sus propios proyectos de estatización. Yo también presenté el mío en su momento. Elijan el proyecto que quieran y pongan al operador del lado del Estado porque ya no tiene ningún sentido pagarle a Metrovías ni a nadie.
eeS: El horario de operación del Subte lleva recortado más de 30 años. Lo único que se ha hecho en los últimos años es extenderlo por la noche a cambio de recortarlo por la mañana, ¿cómo ve usted esta cuestión?
SA: El horario debe ser como era el de antes de la concesión. Tenemos que jugar en favor de la recuperación económica. El transporte es clave en la recuperación económica porque no todos los que trabajamos vivimos en la Ciudad de Buenos Aires. La economía de la ciudad que es de varios millones de personas es posible gracias al transporte. El millón y medio de personas que usan el subte no son todos porteños. Y si lo son, descargan de los colectivos. Es un medio clave para apuntar a la recuperación económica. Le hacés más fácil llegar al trabajo o a consumir a quien sea, para que se mueva y reactive la economía.
No es un gasto, es una inversión ampliar el horario del subte. Es lo mismo que pasó este año que nos sucedió no cobrar impuestos gastronómicos este año, que para la Ciudad es un problemón. Son 3 mil millones menos de recaudación, pero si vos como Estado no hacés ese esfuerzo, ese sector no levanta. A veces tenés que jugar al déficit para después recuperar la economía y expandirte.
