Las empresas Siemens y Bombardier, dos de las principales fabricantes de material rodante del mundo, evalúan fusionarse para dar paso a la creación de una gran compañía ferroviaria que les permita hacer frente a la competencia planteada por el gigante estatal chino CRRC, formada en 2015 tras la fusión de CSR y CSR.
En los últimos años, Siemens y Bombardier han visto amenazada su primacía en mercados occidentales, que tradicionalmente hegemonizaban junto con otras empresas europeas como Alstom, CAF o AnsaldoBreda, las japonesas y otras menores, por la dura competencia china. CRRC ofrece, además de tentadores precios y competitivos tiempos de entrega, la instalación de fábricas de ensamblado y mantenimiento allí donde las autoridades se lo requieren.
La posibilidad de una eventual fusión de las dos compañías cobra cuerpo en un momento en el que CRRC ha anunciado planes para expandirse aún más en el mercado internacional y para incrementar su penetración en el competitivo mercado europeo, a través de la adquisición de la checa Škoda Transportation. Hasta ahora, el principal cliente de CRRC continúa siendo Ferrocarriles de China. Las ventas en el exterior aún representan una proporción relativamente baja del total: sólo el 7%. Las intenciones son aumentar ese número al 35% para 2025.
Las negociaciones para la transformación de Siemens y Bombardier en una sola compañía, si bien de momento no han sido confirmadas oficialmente, estarían “bastante avanzadas” de acuerdo con reportes de las agencias Bloomberg y Reuters. Sin embargo, uno de los principales escollos para el proceso serían las objeciones que podrían oponer las autoridades de la Comisión Europea de Competencia, que debe dar su aprobación para que la fusión pueda materializarse.
