El pasado jueves arribaron al Puerto de Buenos Aires los primeros nueve coches motores diésel cero kilómetro para la línea Belgrano Sur. Se trata de tres triplas fabricadas por la empresa CNR -recientemente fusionada con CSR en una nueva compañía, CRRC– en China, que prestarán servicio en los ramales a González Catán y Marinos del Crucero General Belgrano de esa línea metropolitana.
En el barco también arribaron otros 23 coches eléctricos CSR para el Ferrocarril Roca. Una parte de estos ya han sido puestos en servicio el pasado mes de junio y a partir de este lunes se incorporarán más unidades con el restablecimiento de los trenes eléctricos a Claypole.
Los coches CNR fueron descargados en carretones en el puerto y trasladados a la estación Buenos Aires, donde fueron colocados por primera vez sobre vías de trocha métrica. Desde allí circularon por sus propios medios hasta el Taller Tapiales, donde se iniciará su pronto alistamiento y se dará comienzo a las pruebas, supervisadas por técnicos chinos.
De momento no se ha confirmado ninguna fecha de puesta en servicio, aunque se ha vaticinado que comenzarán a funcionar en la línea a González Catán.
En total se han adquirido 81 coches (27 triplas), que estarán destinadas a reemplazar el vetusto material rodante remolcado actualmente en circulación, aunque no desaparecería en su totalidad.
Para su puesta en marcha se ejecutarán obras complementarias tales como la elevación de andenes en todas las estaciones de ambos ramales (G, entre Buenos Aires y Catán y M, entre Tapiales y Marinos del Crucero Belgrano), algo que ya ha sido licitado por ADIF, la reforma y reconstrucción de gran parte de las estaciones, también ya licitada y la renovación de vías entre Estación Buenos Aires y Tapiales, donde muchos de los rieles superan los 50 años de antigüedad. Cabe recordar que a esos fines se ha licitado también recientemente la adquisición de durmientes de hormigón.
Además, cabe recordar que sobre la línea Belgrano Sur existen otros dos importantes proyectos que, de concretarse, cambiarán el perfil de ese ferrocarril, hasta hace no tantos años uno de los más olvidados del área metropolitana: la extensión a Plaza Constitución por un lado y a Marcos Paz por el otro, restaurándose una sección cuyo tráfico se interrumpió en 1993.