El candidato presidencial del Frente de Todos y favorito para las elecciones presidenciales del próximo 27 de octubre, Alberto Fernández, dio su primera señal en el ámbito del transporte ferroviario días atrás, respaldando el proyecto del tren de cargas a Vaca Muerta.
En un mensaje grabado junto al candidato a intendente de Bahía Blanca por esa fuerza, Federico Susbielles, Fernández comprometió su apoyo a la iniciativa, “para que Bahía se convierta en el puerto de salida por el Atlántico de ese nuevo polo pujante que es Vaca Muerta”.
El espaldarazo de Fernández al proyecto llega en momentos en que su concreción, varias veces anunciada por la actual gestión, parece empantanada. Si bien el Gobierno había anunciado que se llamaría a licitación para fines del año pasado, la crisis obligó a poner la iniciativa en stand by, especialmente después del fracaso de la licitación de los cupos de carga (utilizada por el Gobierno para tantear el terreno), en abril pasado.
Uno de los factores que puso en duda la viabilidad de la actual versión del proyecto fue la decisión de la actual gestión de ejecutarlo bajo modalidad de asociación público-privada (PPP, por sus siglas en inglés), una apuesta que entró en cortocircuito el año pasado como consecuencia de la crisis cambiaria y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Este mismo factor obligó también a poner un freno prácticamente definitivo a la Red Expresa Regional (RER), que también iba a ser ejecutada bajo esa modalidad.
De momento, Fernández no ofreció precisiones acerca de cómo se financiaría la obra, que de acuerdo con cálculos oficiales demandaría una inversión de unos 780 millones de dólares.
Cabe recordar que el proyecto contempla la intervención de unos 700 kilómetros de vías: mejoramiento y renovación de vías -según corresponda- entre Ingeniero White/Bahía Blanca y Contraalmirante Cordero y la construcción de 83 kilómetros de vía completamente nueva entre esta última y Añelo, en cercanías de donde se encuentra Vaca Muerta.
Entre los materiales que buscan transportar se encuentran materiales de construcción, tubos sin costura, metanol y arena, insumos clave para el fracking, lo que permitiría el abaratamiento de los costos de la explotación petrolera en el yacimiento patagónico. La iniciativa podría beneficiar, además, la capacidad exportadora de la economía frutícola del Alto Valle del Río Negro. Y a su vez, podría crear una interesante sinergia con el olvidado proyecto del Trasandino del Sur.