La construcción de la nueva estación María Remedios del Valle – Capitana de la Patria (Nordelta) de la línea Mitre, que está paralizada desde el inicio de la gestión de Javier Milei, podría reanudarse próximamente.
Fuentes de Trenes Argentinos Infraestructura (ADIF) confirmaron a enelSubte que se iniciaron conversaciones con la desarrolladora inmobiliaria, ante el interés por parte de la empresa de hacerse cargo de las obras inconclusas.
Si bien por el momento no se ha alcanzado ningún acuerdo, ADIF podría transferir las obras a Nordelta para la terminación de los trabajos pendientes, en un esquema similar a lo ocurrido con la estación Hospital Ezeiza de la línea Roca, cedida al municipio local para su finalización.
Desde ADIF detallaron, a su vez, que el contrato con la constructora Proba, que tenía a su cargo las obras, no ha sido rescindido y continúa vigente hasta la fecha.
Cabe recordar que el proyecto de la estación Nordelta comenzó a gestarse en 2021. La licitación fue lanzada a mediados de 2022 y terminó siendo adjudicada en septiembre de ese mismo año. Las obras comenzaron a ejecutarse a mediados de 2023 y avanzaron a buen ritmo hasta finales de ese año, cuando -al igual que la práctica totalidad de los proyectos- quedaron paralizadas en el marco del freno a la obra pública dispuesto por el actual gobierno. Al no ser considerado un proyecto prioritario en la emergencia ferroviaria, las tareas no fueron retomadas.
Línea Mitre: avanza la construcción de la nueva estación Nordelta
La futura parada se encuentra localizada a 3 km de la estación Pacheco y a 5 km de Benavídez, en la intersección con el túnel a El Talar del Lago (ver detalle del proyecto abajo).
La zona fue escenario durante los últimos años de un gran crecimiento de nuevas urbanizaciones que no fue debidamente acompañado con obras de infraestructura para garantizar el traslado de un importante flujo de personas, algo que también se verifica en otras zonas del Gran Buenos Aires.
La falta de alternativas se traduce en tiempos de viaje elevados y en una alta dependencia de los vehículos particulares, lo que genera congestiones a diario en la Autopista Panamericana, sobre todo en horas pico.
Pese a esto, el Gobierno no prevé la realización de ninguna obra de envergadura en medios masivos y guiados, una posible solución para atacar al menos parte de la problemática.
Por caso, cabe recordar que el proyecto de modernización del Mitre que se ejecuta con financiamiento del Banco Mundial incluía la electrificación del tramo José León Suárez – Benavídez, en el que se encuentra la citada estación Nordelta. Esto hubiese permitido la prestación de servicios eléctricos directos de alta frecuencia entre Retiro y Benavídez, en contraste con el actual servicio diésel Villa Ballester – Zárate, de pobre oferta y escasa frecuencia y confort y que obligan a trasbordar para llegar a la Capital. Sin embargo, la iniciativa fue recortada: solo algunos aspectos se mantienen en ejecución, mientras que otros -como la electrificación Victoria – El Talar- fueron dados de baja.
La línea Belgrano Norte, que también cubre parte de la cuenca del corredor norte, tampoco tiene inversiones de importancia previstas: mientras la línea continúa operando con concesión vencida y prorrogada de forma precaria, el proyecto de electrificación quedó congelado y en los despachos oficiales hasta circuló un insólito proyecto para construir un Metrobús sobre su traza.
A su vez, la renovación y electrificación de la línea San Martín, que llega a Pilar -otra zona de notable crecimiento de nuevas urbanizaciones- también fue dada de baja por las actuales autoridades, y el crédito del BID asignado para las obras fue reutilizado para gastos no ferroviarios.
Cómo es el inconcluso proyecto
La inconclusa estación, cuyo nombre oficial sería María Remedios del Valle -en honor a la militar afroargentina de destacada actuación en la Guerra de la Independencia- se ubica a entre las estaciones Pacheco y Benavídez.
No es la primera vez que se plantea la construcción de estaciones en la zona de Nordelta: la iniciativa había sido mencionada por primera vez en 2009, con el malogrado proyecto del tren diferencial que TBA buscaba implantar hacia allí.
El proyecto considera la construcción de dos accesos: uno principal frente a Nordelta (lateral este, que contará con boletería) y otro secundario con salida hacia el centro comercial Lirios del Talar (lateral oeste, contará con módulo SUBE). A su vez, se contemplaba la construcción de dos andenes enfrentados de 150 metros de longitud, edificios operativos, sanitarios en ambos andenes y rampas reglamentarias, además de cámaras e iluminación LED.
De acuerdo con los pliegos, los andenes se construirían elevados, en vistas de la entonces proyectada electrificación del tramo José León Suárez – Benavídez, que no llegó a ser licitada ni se incluyó en la emergencia ferroviaria, por lo cual su futura realización es más que incierta.