El consorcio Metrovías – Roggio, asociado a Deutsche Bahn y Siemens, apuesta todo a su continuidad al frente de la red de Subte, que controla desde hace casi 25 años.
En la recta final del proceso de concesión -se calcula que para fines de mes se conocerá el grupo ganador de la licitación, aunque ayer el ejecutivo pidió extender el contrato actual hasta fines del año próximo-, enelSubte compartió un desayuno de prensa con los gerentes de Metrovías Juan Peña, Ester Litovsky y Dante Juricich y con el Desarrollador de negocios de Deutsche Bahn para América Latina, Luis Mata Pires.
Allí, los ejecutivos delinearon la propuesta que llevarán a cabo en el caso de alzarse con la licitación para operar y mantener la red por los próximos 12 años con opción a una prórroga por tres años más.
El punto central son las llamadas “estaciones inteligentes”, una propuesta digital con eje en el usuario. El plan consiste, por ejemplo, en el desarrollo de una aplicación para teléfonos celulares que le informará al usuario el estado del servicio y de la estación que desee utilizar en tiempo real. En los vestíbulos habrá tótems de asistencia e información, que podrán ser utilizados por los pasajeros para consulta de información o en casos de urgencia. Estos dispositivos, se afirmó, están inspirados en los que la Deutsche Bahn instala en las estaciones de su red en Alemania.
Otra de las propuestas es reemplazar los molinetes actuales por otros con puertas corredizas (puertas GATE) como las colocadas en el nuevo acceso a Constitución o en Facultad de Derecho. En este caso, el objetivo central es combatir la evasión, que se estima en un 4%.
El programa se aplicará en 20 estaciones piloto y luego se extenderá a las restantes.
Otras innovaciones que Metrovías tiene en carpeta requerirán, invariablemente, de la aprobación de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), la empresa estatal propietaria de la red y encargada del control de la concesión. En este sentido, el presidente de SBASE, Eduardo de Montmollin, ya había adelantado a este medio la necesidad de establecer un diálogo fluido con el futuro operador, sea quien sea.
Entre estas, por ejemplo, Metrovías explicó a enelSubte que piensan proponer a SBASE la modificación de la distribución de asientos (lateralización) de los trenes CAF 6000 de la línea B. La actual disposición de asientos vis a vis es uno de los aspectos más cuestionados por los usuarios debido a que quita espacio en el salón de pasajeros y a que no es una configuración recomendable para un servicio de alta demanda como la línea B, la más utilizada del Subte.
No obstante esta modificación que podría traer alivio a los usuarios, y en un reconocimiento al fracaso de los trenes españoles usados, SBASE ya trabaja en un plan para reemplazar a los CAF 6000 por trenes cero kilómetro.
A nivel gerencial y de recursos humanos, la empresa no sufrirá mayores cambios. Amén de una probable reestructuración de gerencias y cargos, los personajes seguirán siendo los mismos. Desde Metrovías aseguran que su fuerte es conocer como ninguna otra empresa el Subte, por lo que apuestan todo a la experiencia de sus profesionales. Al parecer, el “Subte del futuro” no incorporará sangre nueva.