La situación actual de la Línea C, contrasta fuertemente con la de la Línea H. La estación Constitución está colapsada en las horas pico, así como también los pasillos del nodo obelisco (Diagonal Norte – 9 de Julio – C. Pellegrini). La situación empeorará cuando se concluya la electrificación de la línea Roca a La Plata, sin contar con la posible llegada del Belgrano Sur a Constitución, actualmente en estudio.
La Línea H en lugar de ser expandida indefinidamente, podría ‘colaborar’ con la situación de colapso que experimenta la Línea C, pero, con ciertas modificaciones en los planes de expansión vigentes.
Consideremos primeramente que el tramo San José – Bolívar de la Línea E, habilitado en 1966, podría haber constituido una nueva línea con cabecera en Constitución, conformando una nueva línea “Constitución – Bolívar”. Esta nueva línea sumada al tramo Bolívar – Retiro actualmente en construcción, resultaría una línea muy interesante entre Constitución y Retiro, a través del bajo (Constitución-Bolívar-Retiro), que tendría mejores características de diseño geométrico que la actual línea C. Asimismo podría tener una mejor frecuencia (ver fig. 1).
Se podría conformar ésta línea con la construcción de un nuevo tramo de túnel entre la estación Independencia de la E y la estación Constitución del ferrocarril Roca.
Desde la nueva estación Constitución ubicada bajo la calle Brasil, la nueva línea sería expandida hasta empalmar con la actual Línea H.
La idea de expandir la línea hacia los límites del macrocentro a través del eje Jujuy – Pueyrredón, radica en el objetivo de pretender reducir el número de combinaciones en el nodo obelisco. ¿Para qué llevar a todos los pasajeros hacia el centro, para desde allí volcarlos hacia otras líneas? Gran parte de la demanda de la Línea C, combina con la B o la D, hacia el eje de la avenida Pueyrredón o incluso más allá.
La nueva estación Constitución se ubicaría bajo la calle Brasil para así se facilitar la combinación entre el ferrocarril y el subte, sin ser necesario recorrer las formaciones del subte de punta a punta como ocurre actualmente en la Línea C.
El túnel debería ser profundo para cruzar la C por debajo. Asimismo, debería alcanzar la intersección de la avenida Garay y Bernardo de Irigoyen para lograr una curva lo más amplia posible para llegar a la nueva Constitución (ver fig. 2).
La vinculación entre Constitución y la Línea H, implica la construcción de un nuevo túnel de aproximadamente dos mil metros de longitud, que pasaría cerca del Hospital Garraham y de otros. La nueva estación Constitución en lugar de ser una cabecera, sería una estación más del recorrido. Los trenes del subte ingresarían y egresarían con mayor velocidad que en una cabecera.
La línea continuaría bajo la calle Brasil para antes de llegar a la avenida Jujuy tomar una curva horizontal y empalmar con el túnel existente de la Línea H poco antes de la estación Inclán.
La línea continuaría siguiendo el recorrido de la Línea H hacia Once. En su extremo norte, en Plaza Francia, convendría que la línea sea llevada a Retiro de la manera más directa posible, para allí unirse con la expansión en obra de la Línea E, conformando un anillo o línea de subte circular (ver fig. 3).
Este loop o línea circular alrededor del macrocentro, uniendo Retiro, Constitución y Once en uno y otro sentido, permitirá duplicidad de combinaciones con las líneas radiales (A, B, D y E). Permitiría tomar selectivamente según la hora pico, los trenes en uno u otro sentido y combinar con cada línea radial en dos estaciones diferentes.
Cerrar el anillo de la forma más directa, es decir, por Libertador, permitiría a ésta línea competir con las radiales para ciertos viajes.
Las terminales ferroviarias Retiro, Once y Constitución resultarían vinculadas por esta línea y las tres terminales podrán distribuir pasajeros en ambos sentidos.
Con esta línea circular, un viaje desde Constitución hasta Congreso por ejemplo, podría realizarse combinando en Bolívar o bien en Once. En la hora pico de la mañana convendrá la primer opción, ya que el movimiento masivo en la Línea A se da por la mañana hacia el centro, mientras que a la tarde la segunda. El resultado sería descomprimir Constitución, distribuyendo los pasajeros en ambas direcciones y desde una misma estación.
En segundo término consideremos que el tramo San Jose (original) –Virreyes de la Línea E, podría ser unido con el tramo Independencia – Retiro de la C.
Tanto el tramo San José – Boedo como la Línea C, han sido construidos por la CHADOPyF en los años 30 del siglo XX. Ambas líneas tienen características estructurales semejantes: el tipo de túnel, las estaciones, la alimentación eléctrica, y algo quizás menos relevante pero patrimonialmente importante, sus mayólicas, aunque con motivos diferentes.
Si vinculáramos las líneas C y E (San José – Virreyes) en una única línea, obtendríamos una nueva línea de características semejantes y posible de realizar, dejando fuera de uso la actual estación Constitución de la C, con el sinuoso tramo Constitución – San Juan, y el tramo Entre Ríos – Independencia de la E, con la nueva estación San José, tramo con rampas y pendiente pronunciadas. La estación Retiro de la actual Línea C resultaría óptima para la Línea resultante (ver fig. 4).
Con la unificación de las líneas C y E se estarían optimizando las infraestructuras existentes. Podría materializarse con la construcción de un túnel de unos quinientos metros de longitud entre la antigua estación San José de la Línea E y la actual estación Independencia de la Línea C. La antigua estación San José debería rehabilitarse para el servicio, pues actualmente funciona como taller. Es interesante destacar que aún preserva murales de las Cataratas del Iguazú y Lago Nahuel Huapí.
El nodo obelisco no desaparecería y continuaría permitiendo combinaciones entre las líneas B, D y la unificada C y E.
En síntesis, con dos tramos existentes: el tramo Inclán – Plaza Francia de la Línea H y el tramo Independencia – Retiro de la Línea E más dos tramos nuevos: el propuesto entre Independencia e Inclán y el originalmente previsto para la H, entre Plaza Fancia y Retiro, se conformaría la nueva línea circular (ver fig. 5).
Con una inversión relativamente baja más dos tramos existentes y hasta el día de hoy subutilizados, se estaría generando esta nueva línea circular que vincularía las cabeceras ferroviarias más importantes.
Se beneficiarían también las líneas radiales A, B y D por ejemplo para ciertos viajes se prescindiría de las mismas (para ir de Constitución a Santa Fe y Pueyrredón, hoy se requiere viajar en las líneas C y D, mientras que con éste esquema sólo la circular). Además se ahorraría el material rodante detenido usualmente en las cabeceras.
Por último, se propone que el tramo Sáenz – Caseros de la H, pasara a formar parte de la línea F. Es esencial que no se lo incluya a la circular, para que la frecuencia en la línea circular sea uniforme. El tramo Caseros – Inclán quedaría como túnel de servicio.
La idea de llevar a la Línea F a Sáenz en lugar de Constitución, es generar una nueva combinación entre las líneas F y H (en rigor entre la F y la circular) en la zona sur de la ciudad, no prevista actualmente, y además, que la demanda del Belgrano Sur, (cuando se logre llegar a Sáenz) tenga acceso más directo al centro, a través del eje Entre Ríos – Callao.
Si bien las modificaciones propuestas son complejas, son también visiblemente realizables, pudiendo realizarse en etapas y con los servicios actuales en funcionamiento. La idea es optimizar el uso de los tramos existentes para resolver problemas actuales y concretos, pero sin perder de vista el objetivo de lograr una demanda uniforme y que permita el uso óptimo del material rodante a lo largo de todo el recorrido.
La línea semicircular, producto de vincular la E con la H, es sin duda más sencilla y elemental, sin embargo, no logra el objetivo de mantener una utilización óptima a lo largo de todo el recorrido. Tampoco resuelve el problema de congestión de la Línea C.