Tras dos años y medio de obra, quedó finalmente entregada y en servicio la subestación eléctrica Quilmes, pieza esencial de la electrificación de la línea Roca.
Esta subestación, localizada alrededor de un kilómetro al sur de la estación Quilmes, está destinada a alimentar los sectores Avellaneda – La Plata y Berazategui – Bosques de la línea Roca. Las instalaciones se complementan con la subestación Temperley, operativa desde la década del 80, que sirve al resto de los ramales y que hasta hace poco cubría las necesidades eléctricas de toda la línea.
La subestación no sólo provee de energía a las catenarias, sino también a los sistemas de señalización y otras instalaciones complementarias del ferrocarril.
Gracias a la puesta en servicio de estas instalaciones será posible mejorar en el futuro las prestaciones de la línea Roca y afrontar eventuales mejoras en la frecuencia. Hasta fines del año pasado, cabe recordar, los trenes circulaban cada media hora a cada destino (frecuencia de 15 minutos entre Plaza Constitución y Berazategui), pero desde diciembre este tiempo se redujo a 24 minutos (12 en el tramo antedicho). Con las mejoras en señalamiento y la incorporación de nuevos trenes, la frecuencia podría bajar hasta nueve minutos (4:30 en el tramo de mayor demanda).
La construcción de la subestación fue adjudicada en mayo de 2015 a la UTE Siemens – Tesur (del grupo Techint) y las obras comenzaron en agosto de 2016. Aunque las tareas sufrieron retrasos, esto no impidió que el servicio eléctrico de la línea Roca fuera extendido sucesivamente y por etapas. Para fines de 2017 la subestación ya estaba en sus etapas finales, que requerían la coordinación con otros organismos y proveedores.
En enero pasado, en diálogo con enelSubte, el CEO de Siemens Mobility Argentina, Miguel Cafiero, había revelado que la obra estaba terminada y se estaban coordinando con Trenes Argentinos y el Ministerio de Transporte las “etapas finales de entrega”, reforzando la capacitación de todos los actores involucrados.