Este jueves 30 de mayo se llevará a cabo una jornada de protesta convocada por el sindicato de conductores de trenes La Fraternidad, aunque contrariamente a lo anunciado en un primer momento, no habrá paro de actividades.
La medida de fuerza consiste en que todos los trenes de pasajeros y de cargas circularán a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora, informaron desde el sindicato.
La protesta se extenderá durante todo el día jueves y fue ratificada luego de conocerse la oferta salarial del Gobierno, que consiste en un 2% de incremento salarial en abril y un 7% en mayo, a cobrarse con los haberes de junio.
A diferencia del paro general de principios de este mes, donde prácticamente todos los trabajadores del sector se adhirieron, por el momento la medida sólo abarca a los maquinistas.
COMUNICADO DE PRENSA. pic.twitter.com/19WN7c3yXx
— La Fraternidad (@FraternidadArg) May 28, 2024
Desde el sindicato agregaron que, en el caso de que no se llegue a un acuerdo con las autoridades, llevarán adelante un paro total de actividades para el día 4 de junio.
El Secretario General de La Fraternidad, Omar Maturano, señaló en una reciente entrevista televisiva que “no queremos aumento del sueldo, queremos empatar la inflación”. También destacó la delicada situación presupuestaria de las empresas ferroviarias, señalando el recorte presupuestario implementado por la actual administración y la falta de una política en relación al sector.
Cabe recordar que, tal como reveló enelSubte en exclusiva, la reducción del gasto fue incluso señalada en un informe interno por el presidente de Trenes Argentinos Operaciones (SOFSE) una semana antes de que se produjera el accidente de la línea San Martín del pasado 10 de mayo. El hecho expuso el riesgo operativo que supone cortar los fondos destinados a gastos corrientes.
El sistema ferroviario atraviesa una delicada situación que comenzó con los trenes metropolitanos y se extendió al resto del sistema. Desde el Gobierno se ha dispuesto un severo ajuste presupuestario que incluyó la paralización de las obras en curso, incluso las que contaban con financiamiento internacional. El freno de los trabajos impacta sobre la calidad del servicio y el riesgo operativo continúa en aumento, a pesar de una anunciada “emergencia ferroviaria” que no se ha concretado hasta el momento y cuyos eventuales alcances se desconocen.
Presionado por el accidente, el Gobierno dice que morigerará el ajuste sobre los ferrocarriles