Los servicios ferroviarios atraviesan uno de sus peores momentos históricos, con un total de 12 trenes de pasajeros actualmente fuera de servicio. En todos los casos, se trataba servicios regionales o de larga distancia que circulaban por fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires.
A los ocho servicios eliminados “por goteo” desde el inicio de la actual gestión -los trenes de Buenos Aires a Mendoza y San Luis, el Expreso Buenos Aires – Rosario, el tren turístico Mercedes – Tomás Jofré, el tren Buenos Aires – Pehuajó, los servicios regionales La Banda – Fernández y Rosario – Cañada de Gómez y el tren a Pinamar- se sumó la cancelación definitiva del tren a Bahía Blanca y, en los últimos días, la suspensión por tiempo indefinido de los trenes Buenos Aires – Córdoba, Buenos Aires – Tucumán y el regional Córdoba – Villa María.
Tras varios días de silencio oficial, Trenes Argentinos Operaciones (SOFSA) comunicó que estos últimos tres se encuentran cancelados hasta nuevo aviso “por solicitud del concesionario de vías” -la carguera Nuevo Central Argentino (NCA)-, “por tareas de revisión”. El disparador de la decisión fue el descarrilamiento de una formación que cubría el servicio Tucumán – Buenos Aires en Santiago del Estero a finales del mes pasado.
Se agrava la crisis del Mitre y suspenden los trenes a Córdoba y Tucumán
La suspensión de estos tres servicios, sumada a las citadas cancelaciones del Expreso Rosario y el regional Rosario – Cañada de Gómez, dejó al tren a Rosario como el único corredor activo de la línea Mitre por fuera del AMBA.
Pese a esto, lo hace cada vez en peores condiciones: a las ya habituales cancelaciones espontáneas y demoras de varias horas se sumó recientemente el crítico estado de varios puentes del corredor, agravado por daños en la infraestructura tras un temporal ocurrido meses atrás.
La situación de la línea Roca no es mucho mejor: allí, tras la citada cancelación del tren a Pinamar, sobrevive como único servicio el corredor Buenos Aires – Mar del Plata.
La posibilidad de reanudar el tren a Bahía Blanca, reclamada intensamente por las comunidades a las que servía el tren, sufrió un golpe mortal tras la reciente decisión de cerrar la estación Bahía Blanca Sud, clausurada tras 141 años de actividad.
La delicada situación del Mitre y el Roca se debe, ante todo, a problemas con la infraestructura concesionada a cargueras privadas. No casualmente, los dos corredores que permanecen en actividad (Mar del Plata y Rosario) son aquellos cuyas vías se encuentran bajo gestión estatal.
A pesar del crítico estado de las vías, el Gobierno recientemente resolvió prorrogar las concesiones de todas ellas, tanto de NCA -que obtuvo una extensión contractual hasta 2032– como de Ferrosur Roca y de Ferroexpreso Pampeano (FEPSA) -prórrogas de un año cada una-, sin exigencia alguna de realizar inversiones para subsanar el deterioro.
El balance negativo de más de tres décadas de gestión privada sobre la infraestructura tampoco ha hecho que el Gobierno revise su decisión de extender ese sistema al resto de la red ferroviaria, actualmente bajo control estatal, sino más bien lo contrario, ya que se encuentran avanzados los trámites para la privatización de Trenes Argentinos Cargas. El proceso tampoco prevé inversiones privadas para la recuperación de la infraestructura, algo que seguirá siendo una responsabilidad estatal.
Pese a esto, el Estado tampoco tiene previsto realizar inversiones de importancia en estos corredores durante los próximos años: la mayoría de los proyectos fueron suprimidos del Presupuesto 2026, que profundiza el ajuste sobre el sistema ferroviario. E incluso las obras contempladas en la “Emergencia Ferroviaria” atraviesan una situación de congelamiento y cancelaciones.
Clausura por goteo y 12 servicios menos
El tren entre Retiro y Palmira, el último rehabilitado por la gestión anterior, fue también el primero en ser suspendido por la actual gestión.
A este siguió la eliminación del servicio entre Retiro y Justo Daract, que había sido inaugurado en 2022. En este caso, el tren dejó de circular como coletazo del accidente de Palermo -no relacionado-, que derivó en la suspensión temporal de los trenes de larga distancia del San Martín. Semanas más tarde, los servicios a Junín fueron reanudados pero el tren hacia la provincia de San Luis nunca fue restablecido.
El servicio expreso entre Buenos Aires y Rosario, que había sido implementado a fines de 2022, fue eliminado de forma sorpresiva en mayo del año pasado. En este caso, tampoco se brindaron explicaciones oficiales acerca de su cancelación.
El tren turístico entre Mercedes y Tomás Jofré de la línea Belgrano Sur dejó de circular en mayo del año pasado. En este caso, la suspensión no se debió a una decisión de la empresa, sino que ocurrió tras la colisión de un camión contra el puente ferroviario ubicado sobre la ruta 41. En junio, en coincidencia con el primer aniversario del servicio, se realizó por única vez un viaje especial sin llegar a Mercedes, pero el tren nunca más volvió a correr.
En noviembre de 2024 fue eliminado el tren entre Buenos Aires y Pehuajó, que había sido rehabilitado en 2022.
El corredor venía sufriendo una abrupta caída en la cantidad de pasajeros transportados a raíz de los fuertes aumentos tarifarios, que encareció los pasajes a valores superiores a los del transporte automotor. Si bien fue autogenerada, esa “pérdida de competitividad frente a otros medios de transporte” fue citada oficialmente por Trenes Argentinos como una de las razones para suspender el servicio.
En los primeros días de noviembre del año pasado, el servicio regional entre La Banda y Fernández fue sorpresivamente eliminado, sin que mediara anuncio oficial. El tren, que había sido inaugurado en 2022, contaba con dos frecuencias diarias por sentido.
El tren entre Rosario y Cañada de Gómez, por su parte, dejó de prestar servicio en noviembre del año pasado, luego de que la única formación asignada al servicio sufriera un accidente sin pasajeros. Ante la avería del material y la falta de unidades de reserva para sustituirlo, el servicio fue suspendido hasta nuevo aviso.
Tal como explicó enelSubte, Trenes Argentinos no considera que el servicio esté definitivamente suspendido, pero su reanudación está supeditada a la reparación del material siniestrado. La posibilidad de reactivar el servicio con otro material rodante -que ha quedado ocioso producto de la eliminación de otros servicios, como el tren a Pinamar- no fue considerada.
Finalmente, en abril pasado fue suspendido de forma sorpresiva el servicio Maipú – General Guido – Divisadero de Pinamar. El trayecto había sido reinaugurado a principios de 2021 y operaba en combinación con los trenes de la vía Mar del Plata, contando con buena aceptación por parte del público.
El argumento oficial para eliminar el servicio fueron “cuestiones de seguridad operacional”, entre las que se citó el mal estado de algunos puentes del ramal. Sin embargo, la adjudicación de la obra destinada a su reparación se encuentra pisada por Trenes Argentinos, tal como oportunamente explicó este medio.
A estos ocho servicios se suma la situación particular del tren a Bahía Blanca, que dejó de circular antes del inicio de la actual gestión -fue suspendido en marzo de 2023-. La actual administración, tras haber hecho caso omiso de los múltples pedidos para su reanudación, borró toda mención al corredor de su página web e incluso del mapa oficial de trenes. Finalmente tomó la decisión de cerrar la estación terminal Bahía Blanca Sud, que quedó sin personal.
En este sombrío panorama, la reciente suspensión de los trenes a Córdoba, Tucumán y Villa María, no hace más que ahondar la incertidumbre y habilitar el interrogante: ¿va de camino la Argentina a convertirse en un país sin trenes interurbanos?
Trenes Argentinos tiene pisada la obra para que vuelva el tren a Pinamar