En la década del 80, Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) experimentó diversas soluciones para atraer más pasajeros al Subte.
La situación económica del país por aquellos años no dejaba mucho margen para las obras de extensión de la red, y a mediados de los 80 sólo se encontraban en obra la terminación de la ampliación de la línea E (cuya obra civil había sido construida por AUSA junto con la autopista 25 de mayo) y se trabajaba a bajo ritmo en la obra de la estación Ministro Carranza de la línea D.
En este escenario, SBASE optó por alternativas más económicas y en 1984 presentó su proyecto para construir el Premetro (líneas E-1 y E-2), pensado como alimentador de la extensión de la línea E. Una segunda iniciativa para fomentar el uso del Subte, sin embargo, ha quedado prácticamente en el olvido: el Subtebus.
Para operarlo, Subterráneos se amparaba en su estatuto de 1977, aún vigente, que en su artículo 5° establece que su objeto social es “la prestación de servicios públicos de transporte de pasajeros en la Ciudad de Buenos Aires” a secas, sin especificar modo alguno. El mismo artículo señala que para cumplir esos objetivos “la sociedad podrá realizar locaciones de vehículos, utilizando en los mismos a su personal o a terceros”.
La anterior versión del estatuto, de 1963, le daba aún mayores poderes a Subterráneos de Buenos Aires para operar cualquier servicio de transporte a nivel que el poder ejecutivo le asignara, para actuar como “reguladora de los distintos medios de transporte de pasajeros en su área de influencia” y para intervenir en todo lo relacionado a la implantación de nuevos recorridos, modificación de los existentes e incluso en las tarifas. Tan amplias potestades cobran sentido si se tiene en cuenta que Subterráneos es la sucesora legal de Transportes de Buenos Aires (TBA) y, por ende, de la Corporación.
El primer Subtebus: Varela (E) – Parque de la Ciudad
El primer Subtebus fue, de hecho, un predecesor del Premetro. El recorrido unía la estación Varela de la línea E (que funcionó como terminal entre 1985 y 1986, hasta la inauguración de Plaza de los Virreyes) y el Parque de la Ciudad. Comenzó a circular el 5 de julio de 1986 y desapareció al poco tiempo es probablemente antes de la habilitación del Premetro, ocurrida en agosto de 1987.
enelSubte dialogó con Alejandro Scartaccini, administrador del sitio especializado en historia de los colectivos BusArg, quien explicó que este servicio tuvo corta vida por su baja ocupación y que los coches con que se brindaba eran “colectivos de la entonces Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, Ford B-7000 carrozados por El Indio modificados por Igarreta”. “Estaban pintados de transporte escolar y tenían un cartel de chapa pequeño en los laterales que decía Subte Bus y leyendas que indicaban ‘Vamos al Parque de la Ciudad'”, recuerda Scartaccini.
El Subtebus exitoso: Palermo (D) – Ciudad Universitaria
El segundo servicio Subtebus, más conocido y de vida más prolongada que el anterior, fue el que se brindaba entre la estación Palermo de la línea D y la Ciudad Universitaria. Este recorrido fue puesto en marcha el 9 de octubre de 1988, pocos meses más tarde de la inauguración de la lanzadera Palermo – Ministro Carranza. El servicio, incluso, fue promocionado en el institucional que SBASE realizó para el 75° aniversario de la red, en 1988 (ver más abajo).
En este caso, recuerda Scartaccini, los coches no eran de la municipalidad sino “alquilados a diferentes empresas de turismo, una de las cuales se llamaba San Antonio”. Dato curioso, una de las unidades que realizaba el servicio era una veterana “‘Chancha’ Mercedes Benz O-321 H de 1962, que fue la última que circuló en un servicio de carácter regular en la Capital”. “No se toleraban vehículos tan antiguos en las líneas regulares”, destaca el especialista.
El Subtebus a Ciudad Universitaria probó ser bastante exitoso, en buena medida por el deficiente acceso mediante transporte público a esa zona, un tema que vuelve a ser recurrentemente discutido. De hecho, poco tiempo atrás, una propuesta para llevar Subte hasta este punto estuvo entre las 15 más votadas por los vecinos de Buenos Aires en una encuesta realizada por el Gobierno porteño.
Los empresarios de las líneas de transporte automotor de pasajeros, en cambio, vieron al Subtebus como “competencia desleal” y algunas líneas comenzaron a crear recorridos para competir con el servicio impulsado por SBASE. Una de ellas fue la línea 37 (Lanús – Plaza Italia, cuyo recorrido deriva del viejo trolebús estatal 307), que en 1988 inauguró un “rondín” entre Plaza Italia y Ciudad Universitaria, un recorrido claramente destinado a robarle pasajeros al Subtebus. Según consta en la reseña histórica de esa línea en BusArg, hacia octubre de 1989 la 37 dio un paso más allá e inauguró su ramal 4 “Lanús – Ciudad Universitaria por Aeroparque”, incorporando a la línea troncal el rondín implementado contra el Subtebus. Ese ramal subsiste hasta hoy.
A esa competencia, feroz pero legal, hay que sumar otros episodios que han quedado en el recuerdo de los memoriosos. No son pocos los testimonios que hablan de la dureza del lobby colectivero, ataques a los vehículos del Subtebus y hasta bloqueos para que sus coches no pudiesen entrar a la Ciudad Universitaria.
Con todo, el Subtebus fue un sueño breve: se mantuvo en circulación hasta enero de 1989.
Cuando la operación de la red fue traspasada de SBASE a la entonces flamante concesionaria Metrovías el Subtebus no fue incluido en los pliegos de la licitación del “Grupo de Servicios 3”, que incluía al Subte, el Premetro y la línea Urquiza, por lo que Metrovías jamás lo tomó a su cargo.