Los maquinistas del Metro de Madrid van a la huelga por el caso de los trenes con asbesto, un material cancerígeno presente en algunos componentes de los coches de las series 2000, 5000 (como los que fueron vendidos al Subte para la línea B, recientemente retirados de circulación por esta razón) y al menos un coche de la serie 6000.
El Sindicato del Colectivo de Maquinistas de Metro (SCMM) convocó a tres jornadas de protesta. La primera de ellas fue el pasado viernes 9 y tuvo un acatamiento del 100%, la segunda está convocada para este martes de 6 a 9 (hora española) y la tercera será el jueves de 17 a 21:45.
La medida de fuerza llevada adelante por los trabajadores de la red de la capital española pretende denunciar “la mala gestión realizada en la crisis del amianto en los últimos años” y exige la renuncia de Borja Carabante, Consejero Delegado de Metro de Madrid. El gremio pidió “disculpas” a los usuarios por la medida.
El pasado viernes los gremialistas se concentraron frente a la sede de la Asamblea de Madrid, donde Carabante realizó una comparecencia frente a los diputados de las distintas formaciones políticas y defendió la actuación de la empresa en el manejo de la crisis del asbesto. El funcionario fue duramente criticado por los partidos opositores, especialmente por Podemos y el PSOE. En Buenos Aires, en tanto, un pedido de informes sobre los coches fracasó en la Legislatura luego de que el oficialismo rechazara su aprobación.
La empresa española, cabe recordar, está en el ojo de la tormenta tras confirmarse la existencia de dos enfermos por asbestosis, un tipo de cáncer desarrollado por exposición al amianto, mientras que se evalúa la posibilidad de otros dos casos más.
En el plano judicial las cosas no están mejor: la semana pasada Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) anunció que realizará acciones contra Metro de Madrid, que vendió los CAF 5000 a sabiendas de que contenían asbesto, un elemento cuya comercialización e importación se encuentra prohibida tanto en España como en la Argentina desde 2001.
En España, en tanto, la Fiscalía Provincial de Madrid anunció la apertura de una investigación penal para determinar eventuales responsabilidades en el caso. El Ministerio Público se basará en un informe de la Inspección del Trabajo que, tal como informó oportunamente este medio, determinó que Metro de Madrid debía pagar una multa de 191 mil euros por haber incumplido normativas de seguridad relativas al manejo del peligroso material.
Mientras Carabante está dentro de la Asamblea nosotros tenemos algo que decirle sobre su mala gestión del #amianto en #MetroMadrid después de que haya dado la callada por respuesta en tantas ocasiones anteriores… #CarabanteDimisión Ahí va esta pitada monumental ???? pic.twitter.com/n68xjdmmmv
— S.C.M.M. (@SCMMetro) 9 de marzo de 2018