El ministro de Desarrollo Urbano y Transporte, Franco Moccia, confirmó la semana pasada que la extensión de la línea E a Retiro será habilitada en mayo del año próximo. El funcionario anunció también que la estación Facultad de Derecho de la línea H abrirá en mayo de este año.
La información había sido anticipada por enelSubte en abril del año pasado.
La ampliación comprende las estaciones Correo Central (combinación con la línea B), Catalinas y Retiro (combinación con la línea C) y discurre por debajo de las avenidas Leandro N. Alem y del Libertador. Se estima que el caudal de pasajeros de la línea E se incrementará en un 25% gracias a las nuevas estaciones, algo particularmente importante en una línea que siempre experimentó falta de pasajeros.
Las obras de este tramo comenzaron en 2009 bajo responsabilidad del Estado nacional y estuvieron a cargo de la constructora Benito Roggio, controlante de Metrovías. En 2015 terminaron las obras civiles de túneles y estaciones y la obra fue transferida al Gobierno de la Ciudad.
Sin embargo, restaban encarar varias obras indispensables para poder habilitar la extensión: la colocación de 4700 metros de vías (que finalizó a mediados de 2016), la ventilación forzada, el tendido de catenarias, el señalamiento y la construcción de dos subestaciones eléctricas (Correo Central y Lacarra), además de la finalización de la cochera Lacarra.
Sucesivas demoras en esas obras complementarias llevaron a reprogramar varias veces la inauguración: en 2015 se había anunciado que abriría en 2017, mientras que en julio de 2016 se anunció que la obra estaría finalizada hacia mediados de este año. Ninguno de esos plazos se cumplieron.
En tanto, el tramo operativo de la línea E (Bolívar – Plaza de los Virreyes) enfrenta serias dificultades debido a la fatiga y mal estado de su material rodante (la reforma de los coches fue cancelada en 2013), mala frecuencia y demoras constantes, en parte producto de la obra de renovación de rieles. La situación de la flota ha mejorado ligeramente con la incorporación de algunos trenes Fiat Materfer retirados de las líneas A y D. La habilitación de la extensión requeriría la puesta en servicio de más formaciones con las que, de momento, el Subte no cuenta.