El Instituto de Mecánica de la Academia China de Ciencias se encuentra trabajando en un proyecto para desarrollar en Rusia una nueva línea de alta velocidad de 770 kilómetros de extensión capaz de soportar la circulación de trenes hasta 400 km/h.
La línea, cuya construcción estaría terminada para 2020, permitirá unir Moscú y Kazan en apenas 3,5 horas, en lugar de las 13 que actualmente demandan los servicios convencionales. En el largo plazo, este proyecto podría convertirse en el primer tramo de una extensísima línea de más de 7000 kilómetros que una la capital rusa con Pekín. La ambiciosa iniciativa, de momento, está en estudio.
La producción de las formaciones correrá por cuenta de la estatal CRRC (China Railway Rolling Stock Corporation), la mayor fabricante de material rodante del mundo, resultante de la fusión entre CNR y CSR. La firma, que es líder indiscutida en su país, había expresado recientemente sus intenciones de expandirse en el mercado internacional.
Cabe recordar que China cuenta con amplia experiencia en alta velocidad, ya que posee la red más extensa del mundo de este tipo, con más de 22.000 kilómetros de vías en operación. Rusia, en tanto, se encuentra menos desarrollada en la materia: actualmente sólo operan servicios de alta velocidad entre Moscú y San Petersburgo y entre Moscú y Nizhny Novgorod. Un tercer servicio, aunque de carácter internacional y con velocidades máximas únicamente de 200 km/h, se presta entre San Petersburgo y Helsinki.