A pesar de las múltiples sanciones internacionales recibidas a causa del conflicto con Ucrania desatado en 2022, Rusia continúa desarrollando importantes inversiones en su sistema ferroviario.
Durante el año pasadose concretaron e iniciaron obras de gran importancia, tanto en el Metro de Moscú como en el resto del ferrocarril ruso.
De acuerdo con Maksim Liksutov, funcionario del área de Transporte e Industria de Moscú, “2024 ha sido un año muy productivo para el transporte y la industria [de la Ciudad]. Hemos logrado implementar casi todas nuestras iniciativas planificadas, asegurando que Moscú siga siendo una ciudad de primer nivel con un transporte público cómodo, rápido, confiable y seguro”, señaló en un comunicado.
En este sentido, el año pasado se pusieron en marcha dos nuevos tramos de la línea 16 del Metro y se habilitó una extensión de la línea 1 hasta la estación Potapovo.
En ambas líneas se renovó además el material rodante, con la incorporación de trenes TMH Ivolga. Se trata de unidades de similar plataforma y diseño a las que estaba previsto incorporar a la línea San Martín una vez concluida su electrificación. Sin embargo, la licitación de los trenes quedó sin efecto tras el estallido del conflicto ucraniano, mientras que el proyecto de la electrificación fue dado de baja por el actual Gobierno.
La incorporación de nuevos trenes también alcanzó a las líneas suburbanas. En el caso de la línea D3, perteneciente a las líneas diametrales metropolitanas, ya posee el total de su flota modernizada. Esta línea, además, sumó recientemente una nueva estación, Mitkovo.
No solo se invirtió en trenes y metro sino también en sistemas tranviarios. Se completaron con éxito las pruebas del primer tranvía autónomo del país, mientras que en la capital se inauguró un nuevo tramo de la línea que discurre por la calle Sergiya Radonezhskogo, se puso en marcha la línea 2 y se avanzó con la restauración del tendido en la calle Trifonovskaya.
Además, se avanza con el proyecto de una línea de alta velocidad entre Moscú y San Petesburgo, cuyas obras ya han comenzado.
El país también avanzó con innovaciones tecnológicas en el sistema de pagos, que se había visto sensiblemente afectado por las sanciones internacionales, especialmente las estadounidenses. En este sentido, el nuevo sistema de pagos ruso Troika ya se incorporó plenamente en las líneas moscovitas.
Por fuera de la capital, se vieron importantes avances en la construcción de la nueva línea ferroviaria entre Rostov, Mariúpol y Sebastopol, ubicada en territorios anexados por Rusia en el marco del conflicto bélico. Tal como explicó enelSubte, el objetivo de esta línea es reducir la dependencia logística respecto del puente de Crimea, que ha sufrido ataques durante la guerra.
Rusia construye una nueva línea ferroviaria entre Rostov, Mariúpol y Sebastopol
Para este año se prevé continuar con diferentes proyectos. Por el lado del Metro de Moscú, se avanzará con la apertura del tramo ZIL – Krymskaya de la línea Troitskaya y con la construcción de la línea 17.
En relación al material rodante, se contempla la renovación de los trenes de la línea diametral D4 y de la línea 2 del Metro.
También se continuarán con las pruebas de autonomía en una segunda unidad tranviaria y en el Metro.
La cantidad de proyectos en ejecución y proyectados en el país, en medio de las dificultades económicas y políticas atravesadas, muestran un fuerte contraste con la realidad argentina. Las obras ferroviarias de mayor envergadura, como la modernización de la línea San Martín y de la línea Belgrano Sur, fueron dadas de baja pese a contar con financiamiento internacional garantizado. Al mismo tiempo, no se prevé ninguna obra de extensión del Subte para el futuro próximo: las únicas inversiones de importancia previstas son el cierre del loop del Premetro y la renovación de los trenes de la línea B.
Exclusivo: dos empresas chinas y una india compiten por renovar los trenes de la línea B