Las obras de la tercera línea del tranvía metropolitano de Cochabamba, tercera ciudad más poblada de Bolivia, fueron recientemente retomadas.
Los trabajos de la línea Amarilla, que se encontraban demorados por la falta de una licencia ambiental otorgada por la gobernación de Cochabamba, fueron reanudados tras la emisión de ese permiso, informó el Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda del vecino país.
“Hemos instruido a la empresa contratista para que reinicie sus operaciones”, explicó el titular de esa cartera, Edgar Montaño.
La línea tendrá una longitud aproximada de cinco kilómetros -se debieron hacer cambios al proyecto original para obtener los permisos ambientales- y conectará con el aeropuerto y la nueva terminal de ómnibus. Según estimaciones oficiales, se prevé finalizar las obras en el primer trimestre del año que viene.
El nuevo tramo se sumará a las líneas Verde y Roja, que fueron inauguradas en 2022. El proyecto había comenzado a ejecutarse en 2017 y avanzó a buen ritmo hasta fines de 2019, cuando los trabajos se interrumpieron debido al golpe de Estado ocurrido en noviembre de ese año. Tras la asunción del gobierno de Luis Arce a fines de 2020 y la normalización institucional del país, las obras fueron retomadas.
El servicio es prestado por 12 formaciones Stadler Metelitsa de tres coches cada una, que tienen una capacidad de hasta 376 pasajeros. La primera formación había arribado al vecino país en septiembre de 2019. Las unidades poseen calefacción, aire acondicionado, servicio de Wi-Fi y puertos USB para recarga de celulares y notebooks.
Las tres líneas operativas permitirán consolidar el sistema metropolitano de transporte de Cochabamba, que posee una población urbana cercana a los 900.000 habitantes y con su área metropolitana supera el 1,5 millón de personas.
A futuro se prevé incorporar dos líneas adicionales: la Morada, hasta el municipio de Sacaba, y la Celeste, hasta la localidad de Tiquipaya.
El tren-tram -el primero de su tipo en Bolivia- no es la única inversión en transporte guiado realizada por el país vecino en los últimos años. A este se suma la moderna red de teleféricos ubicada en La Paz, que cuenta con 10 líneas en operación. Este megaproyecto permitió transformar radicalmente la movilidad en el área metropolitana paceña, cuya difícil geografía impide pensar otras posibilidades de transporte masivo.
La experiencia de Cochabamba contrasta con la realidad argentina, donde los proyectos de transporte para las áreas metropolitanas más importantes del país fuera del AMBA, como Córdoba o Rosario, no han prosperado.
Diversas propuestas para la creación de nuevos tranvías y trenes metropolitanos o sistemas tipo Metro, han caído en saco roto: sólo se avanzó con proyectos sencillos y de impacto limitado, como el servicio metropolitano del Tren de las Sierras –actualmente circula una única frecuencia diaria hasta Córdoba Mitre– o el tren Rosario – Cañada de Gómez, de deficientes prestaciones y dudosa continuidad a futuro.
El tren entre Rosario y Cañada de Gómez cumple dos años, pero cada día funciona peor