El 20 de marzo de 1995, durante la hora pico de la mañana en Tokio, cinco miembros del culto Aum Shinrikyo perpetraron de forma coordinada cincos ataques con gas sarin – desarrollado durante la Alemania Nazi, y clasificado por la ONU como Arma de Destrucción Masiva – en las líneas Hibiya, Marunouchi y Chiyoda del Metro de Tokio.
El ataque dejó un saldo de 13 muertos, más de 1000 heridos de gravedad y otras miles intoxicadas.
Representantes del Gobierno Japonés, familiares de las víctimas y empleados de Tokyo Metro, homenajearon a los fallecidos y víctimas del atentado con minutos de silencio y ofrendas florales. “El incidente no termino todavía, puesto que muchos todavía sufren las secuelas del Sarín”, dijo el Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, luego de las ceremonias de conmemoración.
“Quienes conocemos sobre el ataque de primera mano, debemos contar nuestra experiencia a quienes no y hacer que nuestras voces sean escuchadas lo más posible, para prevenir que una tragedia así vuelva a ocurrir” dijo Shizue Takahashi, viuda de Kazumaza Takahasho quien fuese el Jefe de Estación de la estación Kasumigaseki durante los ataques.