27 septiembre 2024

Vuelco en la licitación de los nuevos trenes para la línea B: reemplazarán toda la flota

Tras la cuarta postergación de la licitación para la compra de nuevos trenes para la línea B, Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) decidió modificar los pliegos: se comprarán 29 trenes, suficientes para renovar toda la flota. Las nuevas formaciones permitirán jubilar tanto a los Mitsubishi como a los CAF 6000. Sorpresivo cambio técnico: los trenes serán para 1500 V de tensión. La posibilidad de cambios en el proyecto había sido anticipada por enelSubte.

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La licitación para la compra de nuevos trenes para la línea B registró un vuelco de importancia este martes.

Luego de que Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) decidiera postergar por cuarta vez la fecha de apertura de sobres, la empresa emitió una circular modificando sustancialmente los términos de la licitación, en línea con lo anticipado por enelSubte.

El cambio más importante es que no se comprarán 16 trenes, como estaba previsto en la primera versión de los pliegos, sino 29.

Esto implica que la compra no solo estará destinada a reemplazar a las veteranas formaciones Mitsubishi, adquiridas de segunda mano al Metro de Tokio en la década del 90 y que constituyen los trenes más antiguos de la red actualmente en servicio, sino también a los CAF 6000, comprados de segunda mano al Metro de Madrid a mediados de la década pasada.

Se trata de un reconocimiento implícito del fracaso de su incorporación, ocurrida hace menos de 10 años, y de un retorno al plan original, que venía siendo estudiado desde hace varios años y que contemplaba la renovación total de la flota.

Esta modificación de los pliegos viene a subsanar uno de los aspectos más problemáticos de la licitación lanzada en agosto del año pasado, tempranamente observado por este medio. Esto es, el hecho de que la compra acabase siendo una “frazada corta” al no permitir la renovación total de la flota y al obligar a una convivencia con los CAF 6000.

Otro cambio de importancia incorporado -y acaso el más sorpresivo- es la modificación de la tensión de la línea B: en la versión original de los pliegos, las formaciones a adquirir debían ser para 600 V, tal la tensión con la que actualmente opera la línea B. Ahora, mediante la última circular, se solicita que los trenes a cotizar sean para 1500 V.

Se trata de un cambio imprevisto, ya que si bien la catenaria rígida que se encuentra instalada en la línea B soportaría sin mayores inconvenientes una tensión mayor que la actual, una repotenciación de la línea para uniformar su tensión con la del resto de la red no había sido mencionada hasta ahora. Nuevas obras serán necesarias para que este cambio pueda implementarse, a la vez que se plantean nuevos interrogantes acerca del período de transición entre la flota actual y la nueva.

El hecho de que los trenes tomarán energía de la catenaria rígida mediante pantógrafos se mantiene sin cambios, lo que implica una próxima jubilación del tercer riel: tras el retiro de los Mitsubishi, no habrá más trenes con este tipo de tecnología en la red.

Con su desaparición, sumada al cambio de tensión, se concretará el divorcio definitivo entre la línea B y la línea Urquiza, que compartían ambas características.

El complejo divorcio del Urquiza y la línea B

Cómo queda la licitación

Con las últimas modificaciones incorporadas, se comprarán 29 trenes cero kilómetro para renovar la totalidad de la flota de la línea B.

Las nuevas formaciones reemplazarán a los veteranos trenes Mitsubishi, adquiridos de segunda mano al Metro de Tokio, fabricados entre 1954 y 1965, y a los CAF 6000, comprados usados al Metro de Madrid y fabricados entre 1998 y 2002.

El primer tren será entregado a los 20 meses de la firma del contrato y el resto de las formaciones serán entregadas de a una por mes, con un plazo total de obra de 48 meses.

Las 29 formaciones estarán compuestas por seis coches cada uno (174 coches). Los trenes no tendrán cabinas intermedias ni puertas que bloqueen el paso, por lo que la circulación interna será libre de punta a punta de la formación, al igual que en los Alstom Serie 300. Las carrocerías serán construidas en acero inoxidable o aluminio y tendrán cuatro puertas por lado.

Los trenes tomarán energía desde la catenaria rígida mediante pantógrafo y operarán a 1500 V de tensión, la misma que en el resto de toda la red.

Los coches tendrán un ancho de 3,10 metros, similar al de los trenes de las líneas ferroviarias de superficie. Es decir que los nuevos trenes aprovecharán la totalidad del gálibo “ferroviario” con el que cuenta la línea B, que admite la circulación de unidades mucho más amplias que el resto de las líneas del Subte (que utilizan gálibo “tranviario” de 2,60 m). Teniendo en cuenta que los asientos serán lateralizados, tendrán un amplio espacio interior.

El gálibo ancho es una particularidad de la línea Bherencia de su origen ferroviario, que admite una mayor capacidad de transporte y una mayor comodidad para los pasajeros y que ha sido desaprovechado sistemáticamente en los últimos 30 años debido a la incorporación de trenes usados que no se ajustaban completamente a las especificaciones de la línea (los Mitsubishi tienen un ancho de 2,80 m y los CAF 6000, 2,77 m): a ambos debieron agregársele faldones para compensar la distancia entre el tren y el andén.

En cuanto al sistema de señalamiento, y tal como había adelantado enelSubtedeberán ser diseñadas para el actual sistema ATP (Automatic Train Protection) y estar preparadas para una posible conversión a CBTC (Communications-Based Train Control) con ATO en GoA2, sistema cuya instalación no fue anunciada aún en la línea B, pero que ya opera en las líneas C, D y H.

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