Finalmente, en una asamblea realizada ayer jueves en horas del mediodía, el Gobierno nombró autoridades para Trenes Argentinos Operaciones (SOFSE): Luis Adrián Luque será el nuevo presidente y Matías Galparsoro el vicepresidente, mientras que Alejandro Javier Hibbert, Diego Rymar y Agustín Puiggari completarán el directorio.
Luis Adrián Luque, abogado de la Universidad de Buenos Aires, se desempeña desde enero de 2020 como gerente de asuntos jurídicos de SOFSE, ascendiendo en diciembre de 2021 a gerente general en la misma area. Oriundo del partido de San Miguel, fue electo en 2017 como concejal en el Concejo Deliberante por la alianza 1País que conducía Sergio Massa.
Luque asumirá en lugar del que fue hasta ahora su superior directo: Martin Marinucci. Marinucci, si bien formalmente seguía hasta ayer como presidente, había pedido una licencia a su cargo y ya no formaba parte de las decisiones en el día a día de la empresa estatal.
Luque será secundado por Matías Galparsoro, que ocupará el cargo de vicepresidente. Galparsoro llegó a Trenes Argentinos de la mano de Florencio Randazzo, de quien antes había sido funcionario en el Ministerio del Interior, y desde entonces ocupó varios cargos. Se destacan entre ellos los cargos de gerente de la línea San Martín y responsable de la línea Belgrano Sur durante el gobierno de Mauricio Macri. En la gestión Marinucci continuaba vinculado con la línea Belgrano Sur, como segundo del gerente Daniel Novoa.
Alejandro Hibbert, por su parte, que hasta hoy había sonado como vicepresidente, proviene de la gestión del macrista Marcelo Orfila, cuando había sido gerente operativo. Durante la gestión de Marinucci se mantuvo como asesor. De esta manera, el nuevo directorio supone una precaria síntesis de los sectores que llevaban más de un mes enfrentándose por el control de la empresa: los randazzistas, los orfilistas y los supervivientes del Frente Renovador.
La designación de autoridades supone un paso indispensable para el funcionamiento administrativo de la empresa, paralizado desde hace dos meses. En las próximas semanas se conocerá si la nueva gestión logra revertir o profundiza incluso el deterioro del servicio que comienza a verificarse en distintas líneas metropolitanas de Trenes Argentinos.
Si bien el ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, parece resistirse a abandonar el cargo, otras áreas del gobierno –e incluso la cuenta de Twitter de la “Oficina del Presidente”– han anunciado ya su salida. En la comunicación oficial, pese a que el Ministerio Infraestructura todavía existe, la Secretaría de Transporte ya depende del Ministerio de Economía, que está requiriendo información a Trenes Argentinos sobre costos y personal del sistema ferroviario, según pudo saber este medio.
La presencia de funcionarios de carrera –si así se los puede llamar– a cargo de SOFSE permite suponer que intentarán cuanto menos concretar algunos proyectos en curso, como la extensión de la línea Belgrano Sur a Constitución, obra que ejecutaba el desaparecido Ministerio de Transporte con financiamiento parcial de la CAF y el FONPLATA. Pero, como ocurre con otras áreas del Gobierno, por estas horas todo es conjetura.
El nombramiento de autoridades no despeja ninguna duda sobre el plan a mediano y largo plazo del Gobierno para el sistema ferroviario, más allá de la irrenunciable vocación presidencial por privatizar todo, ni sobre la organización del grupo ferroviario estatal Ferrocarriles Argentinos, que vuelve a quedar parcelado entre distintos responsables. Mientras tanto, se debate en el Congreso el proyecto de Ley Ómnibus, que incluye la potencial venta hasta de los terrenos de vías y estaciones en todo el país.
