Recientemente el ministro de Planificación de la Nación Julio De Vido anunció que está en estudio una oferta para construir en la ciudad de Córdoba 15.8 Km de subtes a un costo de 700 millones de dólares. Mientras tanto Rosario carece de planes al respecto, más allá de comentarios circunstanciales de apoyo o rechazo del proyecto.
Para hablar seriamente sobre si en nuestra ciudad puede construirse un sistema de trenes subterráneos es necesario contestar antes dos preguntas fundamentales. ¿Son necesarios?, ¿hay dinero disponible para su financiación?
Respecto de la primera pregunta debemos recordar el tipo de ciudad que han elegido los rosarinos a través del Plan Estratégico Rosario, el PER 10 y los documentos de la Urbal que la Municipalidad, que nos representa a todos, ha hecho suyos.
Todos estos documentos plantean el “fortalecimiento de los valores del área central como espacio representativo y simbólico”, “ampliación del centro tradicional, nuevas centralidades”. Hay presente en los mismos una filosofía, que comparto, de evitar lo que los franceses llaman “desertification du centro”, proceso que se origina por el abandono del centro de la ciudad y que he podido observar particularmente en los Estados Unidos.
En conjunto, con esta filosofía se plantea “una nueva configuración que derive usuarios del transporte privado (autos, motos) al transporte público como consecuencia de las mejora de los servicios y que suponga no solo mayor rapidez, seguridad y capacidad, sino también una apuesta a modalidades menos contaminantes”.
Esta decisión de conservar el centro y sostener su crecimiento no ha sido acompañada de acciones tendientes a solucionar el problema del tránsito y el transporte público de pasajero que van hacia colapsos cada ves más graves. La trama del centro de la ciudad no está diseñada para permitir, sin problemas de atascamiento y contaminación, el uso de los automóviles y ómnibus tal cual lo vemos en la actualidad. Día a día la congestión aumentará y se irá definiendo un área que incluye el actual macrocentro más la ciudad universitaria y la zona de Estación de Omnibus, que convergerán hacia una única zona donde prevalecerá un estadio de conflicto en el tráfico y la contaminación que se agravaran con el tiempo.
Según la encuesta de Origen-Destino realizada por la Municipalidad, dentro de las 20 esquinas más visitadas por los pasajeros 17 pertenecen al sector antes mencionado.
Una red de subterráneos que evacue la gente del sector conflictivo con una traza que culmine en el comienzo de las grandes avenidas y que continúe con servicios de trolebuses o trenes a nivel podría ser una solución a largo plazo para la ciudad. Conjuntamente se debería utilizar la red ferroviaria actual como componente del transporte metropolitano.
Bilbao, ciudad de un millón de habitantes, ha desarrollado un sistema de metro que he estudiado y debería tenerse en cuenta, así como Valparaíso, Guadalajara, Valencia, Santo Domingo y otras de tamaño similar o menor a Rosario.
Estoy absolutamente convencido que sería útil empezar a pensar esta solución, a través de los subtes, para la zona en la que se agravarán exponencialmente los problemas tanto de congestión como de contaminación. Debe señalarse además que el tipo del suelo en nuestra ciudad es una ventaja comparativa importante para encontrar buenos precios para su construcción.
La segunda pregunta es la más complicada: ¿hay dinero disponible para su financiación? Una red de 10 Km costaría hoy alrededor de 450 millones de dólares y podría construirse en seis años. Este tipo de emprendimiento se realiza en el mundo con financiamiento de muy largo plazo y las empresas interesadas se presentan a la licitación en conjunto con bancos privados y estatales que operan en la financiación de hasta veinte años o más a tasas accesibles.
Brasil tiene una formidable fuente de financiación en su estatal Banco Nacional de Desarrollo Social. He participado en reuniones con ellos en su sede central en Río de Janeiro y comprobado que tienen gran interés en financiar la exportación de equipamiento a Argentina. De hecho los últimos gasoductos que se hicieron en el país tienen su financiación, al igual que el soterramiento de la línea del Sarmiento. Alstom y Siemens, dos de los principales proveedores mundiales de material rodante para subtes, lo fabrican en este país. Por otra parte, sus empresas están capacitadas para realizar este tipo de obras. Brasil combina financiación, fabricación de equipamiento, y empresas con experiencia.
Muy interesante también es tener en cuenta la invitación a empresas chinas, por sus bajos costos y capacidad de financiación a través del Eximbank de su país, para cotizar este emprendimiento. Como es conocido, intentaron participar en la última licitación de ampliación de subtes en Capital Federal y fueron eliminadas, a su juicio, en forma poco claras.
En un reciente viaje a China pude viajar en la red de Beijing y otras ciudades y comprobar la excelencia de sus servicios. La empresa China CITIC es la constructora del subte de Teherán, capital de Irán, que acaba de inaugurarse. En 1999, con motivo de la elaboración de mi programa para la elección de concejal, la empresa China State Construccion Engeneering Corporation, a mi pedido, me presentó por escrito, lo conservo aún, una estimación del costo en km de los subtes para Rosario. El presidente Hu Jintao en su última visita al país se mostró interesado en este tema como forma de achicar el déficit comercial desfavorable para su país.
También países de la Comunidad Europea podrían ofertar en este tipo de licitación por su capacidad técnica y sus fuentes de financiación. De este origen es la oferta que se está estudiando para la ciudad de Córdoba originada en un consorcio integrado por empresas argentinas , francesas e italianas.
Las empresas japonesas también podría estar interesadas en una obra de este tipo a través de sus empresas lideres y el banco JBIC .Una de sus empresas tiene el record de construcción de túneles con 792 metros en un mes. Yo creo que este momento es particularmente apto para iniciar gestiones para este emprendimiento.
Ahora bien, aún la mejor oferta de ninguna manera podría ser encarada por el estado municipal dada la magnitud del proyecto. Es necesaria la participación de la Provincia y la Nación.
Respecto a la Provincia podría ser mediante el cumplimiento de un insistente pedido que el socialismo hizo mientras tuvo en la oposición: que la provincia financie los gastos de salud de la ciudad de Rosario como lo hace con la de Santa fe y como marca la Constitución provincial.
Para que no se piense que esta es una posición oportunista mía, debo recordar que he sostenido esto desde mi función de concejal y en mi propio partido desde hace muchos años. El gasto en salud ronda actualmente los 90 millones de dólares en el año, que quedarían libres para financiar el proyecto de una red de subterráneos.
Otra posibilidad es el gobierno nacional, en un momento donde se está discutiendo sobre la distribución del ingreso y el reparto de los fondos federales. Rosario está en condiciones de realizar una discusión seria sobre su necesidad, como la tiene el Gran Buenos Aires, de contar con dinero a fondo perdido y subsidios para tener un sistema metropolitano que incluya el servicio de subterráneos para nuestra ciudad. Una combinación de financiación internacional, nacional y provincial sería el mix ideal para llevar adelante este proyecto.
Cuando se empezó a hablar de la construcción del puente Rosario-Victoria muchos dirigentes de la oposición dijeron “no se va hacer”. Esperemos una actitud distinta en esta ocasión. Rosario necesita subtes, hay que saber gestionarlos.