La posibilidad de que Rosario cuente con dos nuevas líneas de trolebuses, aparece cada vez más distante. Una comisión del Concejo Deliberante local rechazó días atrás dar tratamiento a un proyecto del ejecutivo que autoriza a tomar deuda para la realización de varias obras de infraestructura, entre las que se encuentran los dos nuevos corredores de trolebús.
En concreto, se trata de la línea “M”, que discurriría en su mayor parte por la avenida San Martín, conectando la estación Rosario Sur con la Terminal de Ómnibus pasando por Plaza Sarmiento, y de la línea “I”, uniendo Plaza Alberdi con Plaza Sarmiento.
El proyecto oficial, impulsado por la intendenta Mónica Fein (Partido Socialista), propone que Rosario pueda endeudarse por 146 millones de dólares. De ese monto, 30 millones se destinarían a la construcción de 44 kilómetros de tendido eléctrico y a la compra de 40 unidades para abastecer ambos corredores. Estas dos nuevas líneas se sumarían a la “K”, actualmente en operación, y a la “Q”, para la cual la Municipalidad adquirió 12 modernas unidades Trolza Megápolis. Esa línea, cuya habilitación estaba prevista para mayo, se vio demorada porque la secretaría de Industria de la Nación aún no homologó los coches para que puedan circular. Esto a pesar de que en Córdoba capital ya circulan desde hace más un año dos unidades idénticas.
El oficialismo rosarino gobierna en minoría y, si bien el proyecto había tenido el visto bueno de la Comsión de Presupuesto, faltaba la aprobación de la Comisión de Gobierno para que la iniciativa llegase al recinto. Con la negativa de los legisladores del peronismo y el radicalismo ya descontada, al socialismo sólo le quedaba la opción de un voto favorable de los macristas, que no llegó.
Los concejales socialistas acusaron doble estándar por parte del PRO: “Me cuesta entender conceptualmente la opinión del PRO. Es absolutamente diferente a lo del gobierno nacional […] la provincia de Buenos Aires y Capital Federal tomaron créditos internacionales con déficits mayores al de Rosario, que es manejable”, dijo el jefe del bloque, Horacio Ghirardi.
El reclamo llegó al Congreso Nacional, donde la diputada Alicia Ciciliani (PS, Santa Fe) pidió una intervención del Jefe de Gabinete Marcos Peña “para que Rosario pueda tener su plan de obra pública […] Queremos que esta ciudad tenga los mismos derechos que la Capital Federal”, dijo la legisladora, quien denunció un trato injusto por parte del partido de gobierno a la tercera ciudad más poblada del país:”¿Lo que es bueno para Capital no es bueno para Rosario?”, se preguntó. Ciciliani ya había acusado al gobierno el año pasado de aplicar centralismo en la distribución de la obra pública.
En tanto, el Senado provincial santafesino aprobó por unanimidad una declaración manifestando “preocupación por la negativa del bloque Unión PRO Federal a avalar el pedido que hiciera la intendenta Mónica Fein de endeudamiento por 146 millones de dólares para realizar obras de infraestructura”.
Cabe recordar que Rosario es una de las pocas ciudades del país que apuesta fuerte al trolebús como alternativa de movilidad sustentable. En este escenario, resulta llamativa la escasa predisposición del gobierno nacional a facilitar la concreción de estos proyectos y su apuesta por la expansión de soluciones subóptimas como el Metrobús.