Este miércoles el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, firmó el acta de inicio de obras para la reconstrucción del tramo Volcán-Tilcara del Ferrocarril Belgrano (ramal C), en un nuevo intento de la provincia por retomar el proyecto de ferrocarril turístico lanzado por primera vez en 2016. La obra fue adjudicada la UTE JUMI-Roggio por unos $1300 millones que se financiarán con fondos provinciales. Se estima que los trabajos comenzarán a la brevedad.
El gobernador jujeño volvió a mencionar que el proyectado tren turístico será “solar”, con duplas con capacidad para 200 pasajeros cada una, aunque también se analiza que sea alimentado con baterías de litio, que funcione a hidrógeno o con electricidad (sic). Hasta el momento. Morales anunció que en una reciente visita a España tuvo reuniones con varias empresas ferroviarias y que resta definir cuál construirá las unidades. El mandatario añadió que, si bien se contempla una explotación fundamentalmente turística, también está previsto que la línea pueda ser usada para cargas.
El ramal C del Ferrocarril Belgrano forma parte de su línea principal y tiene, además de su importancia económica –conecta los puertos argentinos con la red occidental del ferrocarril boliviano–, un importante valor turístico y paisajístico, ya que recorre la Quebrada de Humahuaca en toda su longitud, pasando por localidades emblemáticas como Purmamarca, Tilcara o Humahuaca. Hasta 1993 fue recorrido por trenes de pasajeros locales –servicio habitualmente prestado con cochemotores Ganz– y trenes de larga distancia como los conocidos Cinta de Plata o El Panamericano.
Tras la liquidación de Ferrocarriles Argentinos, en 1995, el tramo ferroviario Jujuy-La Quiaca fue escindido de la concesión de la empresa FGBSA (luego pasó a la sociedad Belgrano Cargas) y transferido en préstamo a la Provincia de Jujuy, que nunca logró ponerlo en servicio. De un día para otro, una infraestructura que supo tener trenes a diario, quedó abandonada a su suerte, hasta que el paso de los años y las particularidades del terreno –con zonas de derrumbes e importantes crecidas del Río Grande de Jujuy– la tornaron prácticamente irrecuperable.
El ramal Jujuy-La Quiaca, nuevamente abandonado y sin futuro a la vista
Aquí aparece el proyecto del gobernador Morales, que preveía –o prevé– recuperar el ramal en su integridad, hasta La Quiaca. El proyecto de 2016 suponía tres etapas, una primera en la Quebrada de Humahuaca, de Volcán a la localidad homónima; una segunda en la región Puna, de Humahuaca a La Quiaca; y por último reconstruir el tramo San Salvador de Jujuy-Volcán, que presenta importantes pendientes y el más elevado grado de destrucción del terraplén y obras de arte. Sin embargo, sólo se reconstruyeron en forma muy precaria unos 10 km de vías entre Volcán y la siguiente estación, Tumbaya, antes de que las obras quedaran abandonadas.
Con el nuevo impulso al proyecto el gobierno provincial pretende concretar el primer tramo en 18 meses, aunque el objetivo es más modesto que en la versión original: si bien se mantiene la intención de recuperar toda la línea, ahora las obras comprenderán sólo el tramo entre Volcán y Tilcara, de 43 km, sin llegar aún hasta Humahuaca. Esto supone además rehacer el tramo ya reconstruido, por el que nunca circuló ningún tren, montado con materiales de rezago y con vías sin asentar.
De acuerdo con el gobierno jujeño, las obras a realizar comprenden también la reconstrucción de los terraplenes, la rehabilitación de nueve puentes e intervenciones sobre un centenar de alcantarillas.
En paralelo a la obra, la provincia ya licitó y adjudicó trabajos de puesta en valor en las cinco estaciones del tramo a recuperar: Volcán, Tumbaya, Purmamarca, Maimará y Tilcara. Morales adelantó que espera que las obras en las estaciones también comiencen en la primera quincena de mayo. Queda por ver si las mismas serán respetuosas con el patrimonio histórico, puesto que los edificios son originales del Ferrocarril Central Norte Argentino, la antigua empresa estatal que construyó la línea ferroviaria desde Tucumán hasta la frontera con Bolivia.
“Esta es una inversión que hacemos como provincia, pero que debería hacer la Nación”, destacó el gobernador Morales. Llama la atención la completa ausencia de las autoridades nacionales –tanto de la ADIF, la responsable de la infraestructura, como de la acéfala Ferrocarriles Argentinos, cabeza del holding ferroviario estatal– respecto de un ramal que sigue perteneciendo a la red ferroviaria y que, de acuerdo con el contrato de concesión suscripto en su momento, la Provincia de Jujuy deberá devolver en 2025. De hecho, forma parte de las infraestructuras ferroviarias cuya administración debe recuperar el Estado nacional de acuerdo con la ley de Ferrocarriles Argentinos sancionada en 2015, pero hasta ahora el estratégico ramal Jujuy-La Quiaca parece ausente del radar nacional.