24 noviembre 2024

Metrovías amenaza con dejar la línea H si Macri no le paga

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La guerra entre el Gobierno nacional y el porteño desencadenará en los próximos días el primer efecto colateral que perjudicará concretamente el servicio de los subterráneos.

La empresa que tiene la concesión del servicio, Metrovías, amenaza al Gobierno porteño con dejar de mantener y administrar la Línea H, si Macri no paga una deuda millonaria que acumula desde hace meses. Macri, en ese caso, debería encargarse de hacerla funcionar, algo que no se podría hacer de un día para el otro, explican fuentes sindicales. 

En el marco de las negociaciones paritarias que afronta la empresa y de la presunta baja en las transferencias de subsidios, la concesionaria se queja de atravesar una crisis financiera que, para peor, se potencia porque la gestión macrista le debe $ 20 millones –a razón de 1,5 millones mensuales– en concepto de administración del servicio de la línea H.

La deuda se suma a los más de $ 100 millones de déficit que Metrovías dice haber registrado en los primeros cuatro meses del año por la pelea entre el Gobierno nacional y el porteño. Al primero le endilgan pagar los subsidios pero a través de un fondo fiduciario que no pueden tocar y, al segundo, que paga un porcentaje menor al que le corresponde.

Si bien el contrato de la empresa que administra las líneas A, B, C, D y E es con el Ministerio de Planificación Federal, en 2007 Jorge Telerman, entonces jefe de Gobierno, firmó otro contrato para que también se encargue de aportar el personal y el “know how” para operar la recién nacida línea H. El acuerdo venció en 2010 y Macri volvió a renovarlo por cuatro años más, según especificaron fuentes de Subterráneos de Buenos Aires.

En estas horas, los abogados y especialistas de la compañía estudian cómo rescindir el contrato sin tener que afrontar consecuencias legales.

La deuda de Macri no tiene que ver con el pago de subsidios compartido que deben realizar el Gobierno porteño y el nacional desde que firmó un acta acuerdo para transferir las líneas a la órbita de la Ciudad, el 3 de enero pasado.

Si bien las estaciones y los vagones de la línea H –la más nueva, inaugurada en octubre de 2007– son patrimonio de la Ciudad, el personal que trabaja allí y que hace funcionar el servicio es contratado por Metrovías. Se trata de unos 150 empleados, entre maquinistas, personal técnico y operativo, los que trabajan en las boleterías y otros auxiliares.

A última hora de ayer, la compañía le comunicó a los gremios la decisión que tomará si no recibe los fondos de Macri y negoció con delegados de la UTA reasignar el personal a tareas en otras líneas.

La respuesta. Fuentes del Gobierno porteño explicaron que la empresa no puede rescindir un contrato que afecte a un servicio público y aseguraron que si llega a desentenderse “de un día para el otro”, le darán el negocio a otra compañía: “Esto es un apriete: además no les conviene hacer eso porque conseguimos otro operador y los que pierden son ellos”, amenaza, en off, uno de los funcionarios de Macri responsable de las negociaciones vinculadas al subte.

El experto reconoció que es cierto que la administración de Macri mantiene una deuda por ese concepto con Metrovías, pero aseguró que se trata de $ 15 millones, cinco menos que los cálculos de la empresa. Pero aclaró que esos fondos no se giraron porque la deuda corresponde al Gobierno nacional luego de un acuerdo que firmaron Ricardo Jaime –ex secretario de Transporte Nacional– y Juan Pablo Schiavi, ex ministro de Obras Públicas del PRO.

En medio de las negociaciones paritarias, Metrovías se queja del aumento del 127 % que instrumentó Macri por decreto –el boleto pasó de de $ 1,1 a $ 2,5– produjo una fuerte merma en la cantidad de pasajeros que usan los subtes y por lo tanto, en su recaudación. Según estadísticas de la concesionaria, en promedio se redujo un 20% la cantidad de viajes en todas las líneas (unas 200 mil personas menos que en 2011 cada día).

La razón es que muchos eligieron tomarse el colectivo, que todavía opera con la tarifa congelada. Eso aceleró la decisión de avanzar con los trámites para cobrar la deuda y, de lo contrario, dejar de administrar el servicio.

 

Habrá nuevos paros a partir del lunes

La última semana fue una de las más conflictivas desde que comenzaron las paritarias. Si bien hubo reuniones en el Ministerio de Trabajo con los dos sindicatos del sector, el panorama no es alentador: distintas fuentes gremiales coincidieron en que los paros comenzarán nuevamente a partir del lunes.

El ministro de Trabajo, Carlos Tomado, se reunió ayer con los metrodelegados y Metrovías. El funcionario prometió analizar la situación y dar una respuesta el lunes. Ese día recibirá –en sedes distintas– tanto a los metrodelegados como a los representantes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el gremio oficial. Desde los dos sindicatos, históricamente enfrentados, pronostican que no quedarán satisfechos con el resultado.

Varios metrodelegados adelantaron que ya está decidido el paro por seis horas y la apertura total de los molinetes. Como su asociación no tiene personería gremial, el Ministerio no puede dictar para ellos una conciliación obligatoria.

En la misma línea, el titular de la UTA Roberto Fernández ya había anunciado que de no resolverse el conflicto el lunes también realizarán una medida de fuerza. La conciliación obligatoria venció ayer. El sindicato oficial se encuentra en un difícil equilibrio que sin ese paraguas legal, puede romperse en cualquier momento. “El problema que tiene UTA es que si obtiene más que el 18 % de aumento que consiguió para los choferes, le paran los micros; pero si consigue menos, se le rebelan los compañeros del subte”, resumió un delegado.

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